Hay varios métodos que puedes aplicar para conservar alimentos sin refrigeración y que pueden serte de utilidad en caso de que te hayas quedado sin espacio en la nevera o sin este electrodoméstico.
Aquellos alimentos no necesitan conservarse en frío, puedes almacenarlos en la despensa o algún a temperatura ambiente que se mantenga oscuro, fresco y seco.
También puedes aplicar los métodos de deshidratación, encurtido, salazón, ahumado, entre otros. Pero en caso de que no quieras emplear estás técnicas de almacenamiento, y los alimentos deben conservarse en frío, puedes hacer uso de hieleras o neveras de icopor y añadirle hielo para mantener frío los alimentos.
Como conservar alimentos sin refrigeración
Si te quedaste sin nevera o ya no tienes espacio para almacenar más alimentos ahí, lo primero que debes hacer es identificar los alimentos que no necesitan refrigeración.
Las latas, la mayoría de productos envasados, alimentos en polvo (como el café, la leche, las harinas, bebidas instantáneas, etc.), algunos vegetales o frutas sin pelar o picar (como la papa, la cebolla, el ajo, la zanahoria, entre otros), cereales, pastas y otros más pueden conservarse bien a temperatura ambiente.
Muchos de estos alimentos solo requieren colocarse en lugares donde no les pegue la luz o el calor de forma directa, además de que tienen que mantenerse secos.
Otros alimentos necesitarán conservarse en recipientes o bolsas herméticas, aunque algunos vienen en bolsas o envases que ayudan a mantenerlos en buen estado.
Si no cuentas con suficiente espacio en tu despensa, puedes usar algún armario o habitación desocupada para almacenar los víveres que no necesitan refrigeración y así despejar espacios en la nevera.
En el caso de las verduras o frutas, varias de ellas podrán mantenerse bien durante varios días, e incluso semanas, a temperatura ambiente, en una habitación que esté un poco bajo de la temperatura ambiente.
Pero en caso de que los alimentos necesiten refrigeración para conservarse, puedes aplicar otros métodos que te ayudarán a mantenerlos a temperatura ambiente. Muchos de estos métodos los analizamos en el articulo sobre las técnicas para conservar alimentos.
- Hielera o nevera de icopor.
En caso de que necesites mantener los productos en frío y que, por algún motivo, no los puedas congelar, puedes utilizar hieleras o neveras de icopor que, incorporándole hielo, pueden ser capaces de recrear el entorno de una nevera durante varias horas.
Así que, lo primero que tienes que hacer es meter los alimentos en bolsas o contenedores herméticos (así evitarás una contaminación cruzada), después colócalos dentro de la hielera o nevera de icopor con hielo y tápalos bien.
Finalmente, deja la hielera o nevera de icopor en un sitio que esté muy fresco, seco y donde no le pegue la luz del sol. Cada 12 horas comprueba si necesitas colocar más hielo y sacar el agua del hielo derretido. Las carnes de pollo, res, cerdo, pescado o de cualquier otro animal, no deben estar más de 24 o 36 horas almacenados de este modo.
- Deshidratación.
La deshidratación es un método de conservación que consiste en aplicar calor a los alimentos, con la finalidad de que pierdan completa o parcialmente su contenido de agua, de este modo, se vuelven más resistentes.
Las bacterias y demás microorganismos necesitan agua para poder desarrollarse, así que, eliminando este elemento de la ecuación, podemos hacer que ganen un poco más de resistencia.
Entre los alimentos que podemos deshidratar se encuentran las frutas, los vegetales, los hongos, las carnes de cualquier tipo y pescados, para ello, podemos secarlos bajo el sol o a temperatura ambiente, aunque es mucho más sencillo utilizar un deshidratador de alimentos. También podemos deshidratar alimentos usando un horno, pero es un proceso que requiere de constante supervisión para evitar que se cocinen o quemen los alimentos.
Cabe aclarar que los alimentos deshidratados no vuelven a recuperar su frescura, y a pesar de que son mucho más resistentes, deben almacenarse correctamente.
Por lo que, una vez deshidratado el alimento, mételo en un contenedor hermético, ponle la fecha de almacenamiento, y colócalo en un lugar oscuro, libre de humedad y muy fresco.
O también podrías guardar el alimento deshidratado en el freezer, para que se mantenga por mucho más tiempo.
- Curado.
El curado es un método donde, además de conservar al alimento, también se modifica o potencia su sabor. Hay varios tipos de curado, entre los que podemos mencionar están la salazón y el ahumado.
La salazón emplea la sal como el principal agente conservante y que hace que el alimento se vaya desecando. Mientras que el ahumado, luego de condimentar al alimento, se calienta y se deja que el humo lo vaya curando poco a poco, y se emplea mayormente en carnes o pescados.
- Encurtido o escabechado.
En el encurtido o escabeche se hace uso de una salmuera o líquido con un alto grado de acidez, que logra inhabilitar la acción de los microorganismos, por lo que resulta ser un buen conservante.
Para la salmuera se mezcla vinagre, aceite, vino u otros licores, sal y otros condimentos. Dentro de ella puedes conservar pescados, mariscos, aves, carnes y verduras.
- Baño maría.
El baño maría se podría considerar como un complemento de otros métodos, como pueden ser el encurtido, escabeche, confituras y demás, que requieran hacer un sellado al vacío por presión.
Por lo general, se debe contar con recipientes adecuados para aplicar el baño maría, como los tarros de vidrio para conservas, que pueden resistir altas temperaturas y sus tapas se sellan al calor.
Con el baño maría, se sumergen los tarros con los alimentos en agua y se ponen a hervir durante cierto período de tiempo, de ese modo se destruirán tantos microorganismos, patógenos o no, y sus esporas que se puedan encontrar presentes en los alimentos.
- Confitura.
La confitura utiliza el azúcar para conservar los alimentos durante mucho tiempo, por lo requerirá hacer uso de una buena cantidad de ello. El azúcar es un excelente conservante, ya que puede absorber las partículas de agua, elemento vital para el desarrollo de las bacterias.
Este método presenta una variedad de técnicas o preparaciones, como lo son las jaleas, compotas, mermeladas, etc.
- Nevera subterránea.
Como su nombre lo indica, se trata de una estructura que se pone bajo tierra para poder tener una especie de nevera ecológica que mantendrá los productos a una temperatura de entre los 10°C y 15°C.
Aunque hay versiones rudimentarias que se pueden aplicar, como enterrar una nevera descompuesta o un contenedor, o bien excavar para luego construir una estructura que haga de “mini sótano”.
Sin embargo, también se pueden comprar ‘Groundfridge’ que son neveras especialmente diseñadas para ser “enterradas”, y tienen una puerta que es capaz de sellarse de manera hermética, logrando mantener una buena temperatura interna.
Se pueden conservar verduras, frutas, panes, quesos y vinos. Por otro lado, conviene poner un toldo encima de la nevera subterránea para evitar que el sol le pegue de manera directa y así pueda mantener una temperatura más fresca.
- Bodega de raíces.
Se podría decir que la bodega de raíz es una versión más grande de la nevera subterránea. Se suele construir dentro de los sótanos, a un nivel más bajo, y, generalmente, en los campos para poder conservar los alimentos cosechados durante el invierno.
Actualmente, se emplea la tecnología para tener un mejor control de la temperatura y los niveles de humedad. Las papas, nabos y zanahorias suelen ser los alimentos principales que se conservan en las bodegas de raíces, y por eso su nombre, aunque también pueden preservar panes, quesos, vinos y otros tipos de alimentos.
Ventajas de conservar alimentos sin refrigeración
A pesar de que no podemos decir que es bueno no conservar alimentos en la nevera, si empleamos otros métodos de almacenamiento, evidentemente tendremos algunas ventajas, entre ellas, el tener espacio libre en el refrigerador, y usarlo para productos que en verdad lo necesitan.
Otras de las ventajas que podemos mencionar es que, al aplicar algunas técnicas de conservación de alimentos, estos podrán mejorar o potenciar su sabor.
Asimismo, ciertos métodos de conservación permiten aprovechar al máximo los alimentos de temporada, especialmente en lo que respecta a frutas y verduras. Al mismo tiempo de que nos vuelve menos dependiente de la electricidad, lo que será especialmente útil cuando se presenten problemas eléctricos en algunas ocasiones.
También podemos mencionar que algunas técnicas nos permiten trasladar los productos de manera segura, como las hieleras o neveras de icopor, que resultan sumamente útiles a la hora transportar alimentos.
Sin embargo, hay que destacar que algunos productos necesitan mantenerse en frío, por lo que el tener un refrigerador resulta de vital importancia para prevenir intoxicaciones alimentarias. Y en caso de no poder mantenerlas en refrigeración, se debería optar por congelarlas.