Horno vs Deshidratador de alimentos ¿Cuál es mejor?

Horno vs deshidratador

La deshidratación de alimentos es un método de almacenamiento que se ha empleado desde hace cientos de años. Al principio, se ponían a secar los alimentos al sol, pero es un proceso que tardaba días, actualmente, este proceso se realiza un poco más rápido gracias a algunos electrodomésticos.

El horno convencional, con práctica y algunos trucos, puede deshidratar los alimentos de manera rápida, sin embargo, el deshidratador de alimentos, aunque se toma un poco más de tiempo en este proceso, resulta ser una opción mucho más eficiente y no necesita de tanta supervisión o trucos.

Aunque vale la pena resaltar que la mayoría de los hogares ya cuentan con un horno en casa, debido a que es un elemento que se suele usar en la preparación de varias recetas, sin mencionar que la mayoría de las cocinas vienen con el combo de estufa y horno.

En cambio, el deshidratador de alimentos no es un equipo esencial en el hogar, por lo que se deberá comprar, no obstante, sería una inversión que valdría la pena si tienes planeado deshidratar alimentos regularmente.

¿Qué es la deshidratación de alimentos?

La deshidratación es un proceso por el cual se va eliminando el agua que contiene un alimento a través del calor, pero este debe ser a baja temperatura para que no lo cocine y lo vaya secando lenta y progresivamente.

Una vez que el alimento queda seco, la actividad microbiana se paraliza completamente, además de que la actividad enzimática se ralentiza, lo que hace que el alimento adquiera una mayor durabilidad, en otras palabras, podrás mantener los alimentos por un período de tiempo considerablemente más largo.

La deshidratación también hace que los alimentos conserven la mayor parte de sus nutrientes, pese a que perderá unos pocos, y hará que su sabor se concentre e intensifique.

¿Puedo deshidratar alimentos con el horno?

En teoría, sí puedes deshidratar alimentos usando un horno tradicional, pero requerirá de un poco de práctica y cuidado para poder dar con el resultado deseado.

Por lo general, la temperatura con la que los alimentos deberían deshidratarse varía entre los 45°C y 60°C, dependiendo del tipo de alimento, sin embargo, la temperatura más baja que pueden alcanzar los hornos se encuentra entre los 95°C y 110°C.

A los hornos de gas les cuesta tener una temperatura baja, ya que fueron diseñados para alcanzar y mantener altas temperaturas en su interior, mientras que algunos hornos eléctricos podrían conseguir una menor temperatura, pero no inferior a los 85°C.

Un truco que puede servir para bajar la temperatura del horno es dejar la puerta un poco abierta, puedes colocar una cuchara de madera en una de las esquinas de la puerta, de ese modo, quedará una pequeña abertura por donde podrá salir todo el vapor, evitando que se condense dentro, aparte de que logrará bajar un poco la temperatura.

También hay que tener en cuenta que, para que el alimento se deshidrate correctamente, debe haber un buen flujo de aire, así que, si tu horno no cuenta con ventilación interna, puedes poner un ventilador (en velocidad mínima), donde se encuentra la abertura que dejaste, por ahí el aire entrará y circulará dentro del horno.

Los hornos de convención suelen tener ventilador interno, mientras que algunos hornos eléctricos incorporan la función de deshidratación, no obstante, estos equipos suelen ser más costosos.

La deshidratación de alimentos, empleando un horno, necesita de constante supervisión, ya que el secado ocurre de manera más rápida y podrían quedar secos en exceso o quemados, por eso, además de aplicar los trucos, se tiene que cambiar de posición los alimentos, irlos rotando, pues habrá ciertas zonas que calentarán más que otras.

Además, el gasto energético por deshidratar los alimentos en el horno es considerablemente alto, ya que a pesar de que se realiza mucho más rápido, al no poder mantener una baja temperatura, y como el horno quedará encendido más tiempo de lo habitual (en promedio, unas 6 horas), gastará más gas o energía eléctrica.

No obstante, si no sueles deshidratar alimentos muy seguido, pero te interesa aprender a realizar este método, podría resultar útil intentar deshidratar frutas, verduras y carnes en el horno.

¿Qué ventajas hay en utilizar un deshidratador de alimentos?

Un deshidratador de alimentos es un equipo diseñado específicamente para desecar fruta, verduras y carnes. Existen de diferentes tipos y tamaños, lo que influirá mucho en su coste final.

Las opciones más baratas carecerán de algunas opciones, pero lo normal e ideal es que cuenten al menos con termostato, para poder ajustar a la temperatura a la deseada.

Asimismo, entre los tipos de deshidratadores que hay, podemos encontrar los de flujo vertical y los de flujo horizontal, que te indican por cuál lado emiten calor. Los mejores son los deshidratadores de flujo horizontal, ya que emiten el calor desde la parte posterior y esto hace que se pueda llegar a repartir el calor de forma más equitativa y haya una mejor circulación de aire.

Una de las ventajas que los deshidratadores de alimentos ofrecen es que, una vez ajustada la temperatura y el temporizador (si cuenta con esta función), puedes olvidarte un poco de ello, o sea, no requiere de tanta supervisión como el horno.

De esta misma manera, como el calor que emiten los deshidratadores de alimentos no es tan alto, podrá realizar el secado del alimento de manera más efectiva sin correr el riesgo a cocerlo o quemarlo, aunque si se deja demasiado tiempo sí podría secarlo de más.

También hay que tomar en cuenta que los deshidratadores de alimentos tienen, en su mayoría, varias bandejas, lo que implicaría poder secar una mayor cantidad de alimentos, aunque eso también dependerá del tamaño del mismo.

Algo en lo que el deshidratador de alimentos es superior al horno a la hora de deshidratar alimentos, es en el ahorro del gasto energético, ya que, al no necesitar generar calor a altas temperaturas, no consume demasiada energía.

Por otro lado, los deshidratadores de alimentos no es un producto de primera necesidad, de modo que no se suele incluir en la lista de electrodomésticos a comprar en primera instancia, pero si sueles deshidratar regularmente, podría ser buena idea invertir en uno de ellos.

¿Es mejor deshidratar alimentos con un horno o un deshidratador?

En lo que respecta a deshidratar alimentos, evidentemente el deshidratador es mejor que el horno. No solo permite que el secado se realice de forma adecuada, ajustando a la temperatura ideal para hacerlo, también gastará menos energía en el proceso.

En este sentido, los deshidratadores de alimentos no necesitan de constante supervisión, como se requiere cuando se deshidrata con el horno, pues en este caso, hay que cambiar constantemente los alimentos de posición para que el proceso se realice parejo, y no se cocinen o quemen.

Los hornos también requieren de la aplicación algunos trucos para que la deshidratación se lleve a cabo correctamente, a no ser que tenga una función para deshidratar (algunos hornos eléctricos cuentan con esta función).

La cecina (carne seca) y el cuero de frutas se realiza mejor en un entorno controlado, como el que ofrece un deshidratador de alimentos, algo que con un horno tradicional es difícil de conseguir, así como el nivel de ventilación interna.

¿Vale la pena comprar un deshidratador de alimentos teniendo un horno?

Si llegaste a este punto puede que ya se haya respondido a esta interrogante, pues, en caso de que necesites deshidratar alimentos de manera regular, sobre todo para mantener las frutas y vegetales de temporada o quieres preparar cecina, entonces sí vale la pena comprarse un deshidratador de alimentos.

Igual vale la pena comprarlo si lo haces más de un par de veces al año, podrías adquirir un deshidratador de alimentos económico (pero como mencioné en otro punto, que preferiblemente sea de flujo horizontal).

Pero si el gasto al final es considerable, y no sueles deshidratar demasiados alimentos, entonces no vale la pena. Sin embargo, si necesitas comprar un horno eléctrico, podrías considerar uno que tenga varias funciones, entre ellas, la de deshidratar alimentos.