Cómo Conservar Miel de Abeja

Conservar Miel

La miel es un alimento muy usado en la cocina, un producto natural que aporta vitaminas y minerales, además de ser un edulcorante natural excelente, pero, ¿Cómo se conserva la miel?

La miel tiene un tiempo de conservación excepcionalmente largo, para lograrlo, se debe almacenar en un lugar oscuro, fresco y seco a temperatura ambiente para que pueda estar perfectamente bien todo un año.

Si quieres enterarte de cómo preservar correctamente la miel, solo tienes que seguir leyendo.

¿Cómo conservar la miel?

La miel es uno de los productos naturales que más duran, dicen que puede llegar a durar décadas. Evidentemente, esto depende mucho de las condiciones de almacenamiento.

Y para que la miel conserve su olor, sabor y color característico es importante tener en cuenta algunas cosas. Lo principal, la miel se mantiene perfectamente bien a temperatura ambiente, por lo que no haría falta congelar o refrigerar.

Consejos para conservar miel

A continuación, se darán algunos consejos para mantener la miel en buen estado durante mucho tiempo.

  • Almacenar la miel en un recipiente de cristal.

Los recipientes de cristal son ideales para preservar la miel. Estos no botan residuos contaminantes como lo hacen los recipientes hechos de metal o algunos fabricados en plástico.

Además, es importante que el recipiente cuente con una tapa hermética o de rosca, que permita sellar el paso de aire al interior.

La mayoría de las mieles vienen en frascos de vidrios, así que se aconseja mantenerlos en su envase original, a menos que sea absolutamente necesario pasarla a otro recipiente.

  • Mantener la miel en un lugar oscuro y seco.

La miel se mantendrá en buen estado por mucho tiempo si se guarda en un lugar donde no le pegue directamente los rayos del sol o cualquier otro tipo de luz.

Además, resulta vital mantener la miel un lugar libre de humedad para que no llegue a desarrollar moho.

  • Estar pendiente de la temperatura.

Otra cosa a tener en cuenta es la temperatura. La miel líquida se conserva mejor a una temperatura de 25°C, mientras que la miel sólida conviene tenerla almacenada a una temperatura inferior a los 20°C.

Así que resulta importante buscar lugares donde se pueda tener la temperatura correspondiente al tipo de miel que tengas. Además, es vital que el sitio de almacenamiento se encuentre lejos de estufas, microondas o cualquier otro equipo que genere calor.

  • No contaminar la miel.

Este es otro punto a resaltar. La miel que se ha mantenido sellada o la que fue destapada puede tener la misma duración, siempre y cuando se tenga cuidado de no contaminar la miel con algún producto externo.

Por ejemplo, no meter galletas, pan o alguna otra comida directamente en el tarro. Siempre hay que usar un instrumento limpio y seco cuando se quiera sacar algo de miel. Tampoco conviene dejar caer agua o algún otro liquido dentro de la miel.

Asimismo, después de tomar un poco de miel es importante cerrar muy bien el frasco, así no se verá expuesta demasiado tiempo al oxígeno.

  • No congelar, ni refrigerar la miel.

Este es un punto un tanto controvertido. Algunos expertos consideran que las bajas temperaturas pueden perjudicar la miel, tal y como lo hace cuando se ve expuesta a altas temperaturas.

¿Pero perjudicial en qué sentido? Algunos expertos consideran que la nevera provoca que la miel pierda sus componentes (vitaminas y minerales), otros piensan que esto lo hace el freezer.

No obstante, lo que sí es seguro es la miel líquida a baja temperatura tiende a cristalizarse mucho más rápido.

Por suerte, la miel cuenta con una composición natural idónea que la ayuda a conservarse durante mucho tiempo sin necesidad de utilizar otros métodos de almacenamiento.

Si se toman en cuenta todos estos consejos, la miel podría mantenerse en buen estado durante un año a temperatura ambiente[1].

Cabe señalar que este tiempo estimado que aconsejan los expertos para consumir la miel en excelente calidad.

Puesto que a medida que pasa el tiempo, la miel almacenada cambia un poco su tonalidad y empieza a perder sabor, pero es algo completamente normal y natural.

¿Qué hacer si la miel cambia de consistencia?

Si la miel líquida comienza a cristalizarse o ya se cristalizó, o si la miel sólida empieza a volverse liquida, no hay nada de lo que preocuparse. Esto es completamente normal, y no quiere decir que la miel se esté dañando.

Para solucionarlo, hay que hacer lo siguiente:

  • En el caso de la miel que se esté solidificando, solo hay que ponerla un rato dentro de agua caliente (que no esté hirviendo) y se revuelve hasta conseguir la consistencia original.
  • Para la miel que se está poniendo líquida, solo hay que buscar un lugar más fresco y no tan cerrado, de ese modo se volverá a cristalizar.

¿Cómo saber si la miel se echó a perder?

Es difícil determinar si la miel se puso mala, ya que muchos consideran que la miel no se echa a perder. No obstante, como cualquier otro alimento, la miel también puede ponerse mala, en especial, si no tiene unas óptimas condiciones de almacenamiento.

Algo que podría ayudar a determinar si la miel está en mal estado es su sabor. Si la miel sabe rancia, quiere decir que no estuvo bien almacenada y comenzó a descomponerse.

Otro punto a tener en cuenta es la presencia de moho. Si en el frasco o sobre la miel hay manchas negras, blanquecinas o verdosas, quiere decir que desarrolló moho y esto es perjudicial para el organismo, por lo que conviene tirarla de inmediato.

¿Cuánto dura la miel?

La miel tiene una larga vida útil, pese a que los expertos recomiendan consumirla antes de un año, bien podría durar dos años o más si las condiciones de almacenamiento son buenas.

Per se recomienda utilizarla antes del año para garantizar su sabor, olor y consistencia, ya que la miel suele perder o cambiar de sabor a medida que pasa el tiempo.

ProductoDuración
Miel a temperatura ambiente1 año – indefinidamente

¿Cuál es el mejor modo de conservar la miel?

La mejor forma de preservar la miel es mantenerla en un recipiente de vidrio con tapa hermética o de rosca, y almacenarla en un lugar oscuro, libre de humedad y fresco a temperatura ambiente.

Asimismo, resulta crucial mantener la miel alejada de artefactos que emitan calor, como la estufa o el microondas. Además, no se aconseja guardar la miel en la nevera o el freezer porque podría eliminar sus nutrientes.

Si te gusta o te interesa este tipo de contenido, este sitio cuenta con una larga lista de temas sobre la conservación de alimentos.


[1] https://foodbanksbc.org/wp-content/uploads/2014/12/Food-Storage-Guidelines3.pdf