El palmito es un producto que se obtiene del cogollo de varios tipos de palmeras, y que también se le conoce como jabato, chonta o corazón, pero, ¿cómo se conservan los palmitos?
Los palmitos enlatados puedes guardarlos a temperatura ambiente hasta lo que indique su fecha de vencimiento, una vez abierto puedes refrigerarlos por 5 o 7 días o congelarlos por 2 o 3 meses.
Pero en caso de que quieras saber cómo conservar los palmitos del modo correcto, sigue leyendo.
Cómo conservar los palmitos a temperatura ambiente
Es sumamente difícil encontrar palmitos frescos ya que no duran mucho tiempo, sin embargo, es muy común encontrar latas o frascos sellados con palmitos en los supermercados o tiendas de comida.
Si estos permanecen sellados, puedes almacenar los palmitos en un sitio oscuro, seco y fresco, hasta lo que indique su fecha de vencimiento, esto puede ser de 3 a 5 años después de la fecha de compra.
No obstante, una vez que abras la lata o el frasco con palmitos, ya no podrás seguir conservándolos a temperatura ambiente porque se dañarían en poco tiempo.
Cómo conservar los palmitos en la heladera
Pues bien, en el caso de que tengas la oportunidad de comprar palmitos frescos, o abriste con los que vienen en lata o frasco, tendrás que almacenar los palmitos de la siguiente forma:
Paso 1: Poner los palmitos en recipientes herméticos.
Puedes usar bolsas o envases herméticos para guardar los palmitos frescos o los que vinieron enlatados. Pero si los palmitos que compraste tienen un frasco con tapa de rosca, puedes dejarlos ahí, ya que este recipiente los conservará sin problemas.
Paso 2: Escribir la fecha de almacenamiento de los palmitos.
Esto es únicamente para los palmitos frescos porque tienden a durar un poco más que los que estuvieron en latas o frascos. Así que escribe la fecha sobre el envase o bolsa, colócale una etiqueta o ponle algunas tiras de cinta adhesiva y, encima de esta, anotas la fecha.
Paso 3: Guardar los palmitos en la nevera.
Colócalos en la zona más fría de tu heladera, para que se conserven lo mejor posible. Los palmitos frescos se podrán mantener de 10 a 14 días refrigerados, mientras que los palmitos que estuvieron enlatados aguantarán una semana aproximadamente dentro de la nevera.
Si la lata o frasco de palmitos permanece sellado, estos se preservarán hasta lo que indique la fecha de caducidad.
Cómo congelar los palmitos
¿Se pueden congelar los palmitos? Sí se pueden congelar, sin embargo, no es un método que recomiende aplicar, sobre todo con los palmitos frescos. Como los palmitos se componen de una gran cantidad de agua, al congelarlos y posteriormente descongelarlos, se verá afectado gravemente su consistencia, por lo que es mejor no comprar demasiados.
Pero en caso de que necesites mantener los palmitos por más tiempo, puedes hacer lo siguiente:
Paso 1: Envolver los palmitos.
Envuelve cada palmito con film plástico, y añade otra capa de envoltura para protegerlos mejor.
Paso 2: Colocar los palmitos en envases resistentes.
Aunque puedes emplear una bolsa hermética apta para congelar, mi consejo es que utilices un envase hermético resistente, dado a que estos son más gruesos y pueden proteger mejor a los palmitos, así reduces el impacto que tendrá el congelamiento en su consistencia.
Paso 3: Anotar la fecha de almacenamiento de los palmitos.
Si no puedes, o no quieres, poner la fecha sobre el recipiente donde guardaste los palmitos, entonces, adhiéreles unas etiquetas con esa información, o ponles un par de tiras de cinta y, sobre estas, escribe la fecha y el nombre del producto, en este caso, palmitos.
Paso 4: Guardar los palmitos en el freezer.
De esta manera, los palmitos podrán estar congelados durante 2 o 3 meses. A la hora de descongelar los palmitos, hazlo de manera paulatina, por lo que pasa los palmitos un día antes a la nevera, y ahí podrán estar por 2 o 3 días más. Los palmitos no se pueden volver a congelar.
Si descongelaste los palmitos en el microondas o a temperatura ambiente tendrás que comerlos el mismo día, porque ya no se pueden volver a refrigerar o congelar.
¿Cómo saber si los palmitos se echaron a perder?
Los palmitos en mal estado tendrán las siguientes características:
Moho (manchas o pelusas negras, verdes o azules).
Mal olor.
Sabor agrio o amargo.
Cambio de color (ya no es blanco o marfil).
Se deshace al agarrarlos.
En cualquiera de estos casos, lo mejor será no comer los palmitos, o podrías acabar enfermo del estómago.
¿Cuánto duran los palmitos?
Los palmitos no duran demasiado, pero te dejaré un resumen a continuación.
Producto
Duración
Palmitos en lata o frascos sellados
Hasta la fecha de vencimiento
Palmitos frescos refrigerados
10 – 14 días
Palmitos refrigerados
5 – 7 días
Palmitos congelados
2 – 3 meses
Palmitos descongelados y refrigerados
2 – 3 días
¿Cuál es el mejor modo de conservar los palmitos?
Tomando en cuenta que los palmitos son sumamente delicados, considero que la mejor forma de conservar los palmitos consiste en almacenarlos en la heladera.
Las latas o frascos sellados de palmitos puedes guardarlos a temperatura ambiente, pero apenas los destapes deberás conservarlos en frío o se dañarán rápidamente.
Guardar los jabatos o chantas en el freezer no es lo ideal porque perderán consistencia y ya no resultarán agradables al paladar, sobre todo los palmitos frescos. Si te interesa aprender a conservar otro tipo de productos, acá cuentas con una amplia variedad de temas sobre este punto. Regularmente añadimos más, además de que actualizamos y mejoramos la información ya publicada.
La merluza es un tipo de pez blanco que a su vez se compone de varias especies, además es uno de los pescados más consumidos en el mundo, pero ¿cómo conservar la merluza?
Como la merluza cruda no debe estar demasiado tiempo a temperatura ambiente, debes almacenarla en la nevera por uno o dos días, pero es mejor si la congelas, ya que así se mantendrá entre 6 u 8 meses.
Para saber cómo conservar merluzas adecuadamente, solo necesitas seguir con la lectura.
Cómo conservar la merluza cruda en la nevera
Algo que siempre debes hacer antes de comprar cualquier tipo de pescado, es comprobar su frescura, debido a que saber esto nos ayudará a determinar cuál es la mejor manera de conservarla.
Así que, para conocer el nivel de frescura de la merluza, primero comprueba si tiene una piel brillante y elástica, la primera lo verificas simplemente mirando su piel, y la segunda hundiendo un dedo sobre ella: si la piel regresa a su forma original al quitar el dedo, la merluza está fresca.
Otro aspecto que te indica que la merluza está fresca, son sus ojos, estos deben estar limpios, abultados y brillantes.
También es importante a la hora de comprar las merluzas, no romper la cadena de frío, por ende, cómpralas de último y mételas en una bolsa térmica si tienes. De lo contrario, llévate una bolsa o envase térmico con hielo y pones las merluzas ahí, o le solicitas al vendedor que te ponga algo de hielo dentro de la bolsa, así mantendrás muy bien las merluzas hasta que llegues a tu casa.
Sabiendo todo esto, ahora puedes guardar las merluzas de la siguiente manera:
Paso 1: Lavar las merluzas.
Descama las merluzas, luego córtale la cabeza y la cola, ahora puedes cortarla en rodajas tipo filetes o medallones. Después, lávalas con agua y limón, para deshacerte de la sangre o tripas que pueda tener.
Paso 2: Colocar las merluzas dentro de una bolsa hermética.
Pon las merluzas dentro de una bolsa hermética y sácale todo el aire antes de sellarla, o envuélvelas con plástico transparente, así evitas que se esparza el olor a pescado por toda la nevera, al mismo tiempo que te ayudará a conservar las merluzas.
Paso 3: Poner las merluzas en hielo.
En un recipiente, coloca una capa de hielo, luego pon las merluzas y después cúbrelas con más hielo, tapa el recipiente o cúbrelo con un trapo limpio y húmedo.
Paso 5: Guardar las merluzas en la nevera.
Guarda el recipiente con las merluzas en el área más fría, lejos alimentos que absorban el olor, de esa forma, las merluzas podrán estar uno o dos días refrigeradas.[1]
Cómo congelar la merluza
¿Cómo se conserva la merluza? Como cualquier otro tipo de carne o producto del mar, la merluza se mantiene por mucho más tiempo dentro del freezer, solo debes seguir estas indicaciones.
Paso 1: Lavar y cortar las merluzas.
Descama primero las merluzas, después córtalas en medallones y/o filetes y lávalas con agua y limón.
Paso 2: Eliminar el excedente de humedad de las merluzas.
Déjalas escurrir en un colador durante varios minutos, luego pásales una toalla de papel absorbente para eliminar los rastros de humedad. Con esto, lo que se busca es que no se formen demasiados cristales de hielo que puedan afectar mucho el sabor y consistencia de la merluza.
Paso 3: Envolver las merluzas.
Envuelve cada trozo, primero con papel film, después con papel aluminio, así previenes que sufran quemaduras por congelamiento. También podrías envolver los filetes o trozos de merluzas con una doble capa de film transparente, pero si puedes sellarlas al vacío, mucho mejor.
Paso 4: Colocar las merluzas en bolsas o envases resistentes.
Pon las merluzas envueltas en una bolsa hermética apta para congelar, o dentro de un recipiente resistente.
Paso 5: Escribir la fecha de almacenamiento de las merluzas.
Ponla sobre el recipiente o bolsa, o pégales unas tiras de cinta al recipiente o bolsa y anota sobre estas la fecha, pero si tienes una etiqueta es mucho más sencillo, ya que solo tendrías que adherirlas al envase donde la hayas guardado.
Paso 5: Guardar las merluzas en el freezer.
De este modo, las merluzas podrán estar entre 6 y 8 meses congeladas, gracias a que son pescados blancos bajos en grasas. [2]
Para descongelar las merluzas, te aconsejo hacerlo lentamente, así que pásala un día antes a la nevera, ahí podrán estar durante 24 horas más. Además, las merluzas no se pueden volver a congelar.
Cómo conservar la merluza cocida
En caso de que te hayan sobrado algunas merluzas que cocinaste, podrás almacenarla en el freezer o en la nevera. En ambos casos se realiza un proceso similar al guardarlas y te lo detallo a continuación.
Paso 1: Esperar que las merluzas se enfríen.
Aguarda hasta que las merluzas estén completamente frías, que hayan botado todo ese vapor interno, solo no vayas a dejar las merluzas cocidas más de dos horas a temperatura ambiente.
Paso 2: Poner las merluzas cocidas en un recipiente hermético.
Cuando las merluzas estén frías, mételas en un recipiente o bolsa hermética, y si las quieres congelar, recuerda usar los que son resistentes al freezer.
Paso 3: Anotar la fecha de almacenamiento de las merluzas.
Escribe la fecha de preparación de las merluzas, así sabrás si son seguras para comer después o no. Puedes anotarla sobre el envase o bolsa, o pegarle unas tiras de cinta y sobre ella poner la fecha, o ponerle una etiqueta con esa información.
Paso 4: Guardar las merluzas cocidas.
Si colocas las merluzas cocidas en la parte más fría de la nevera, se conservarán entre 3 y 4 días. Pero si decides congelar las merluzas, te podrán durar entre 4 y 6 meses.[3]
Para recalentar las merluzas, haz uso de un horno, solo tienes que precalentarlo a 200°C y hornear la merluza durante 15 minutos. También puedes emplear una freidora de aire, a la misma temperatura, pero el tiempo de cocción sería de 5 u 8 minutos.
Otra opción que tienes disponible es recalentar las merluzas en el microondas, en este caso, lo mejor es ir en tandas de 30 segundos a potencia media hasta que se calienten por completo. No obstante, si freíste las merluzas, estas no te quedarán igual de crujientes que antes.
¿Cómo saber si la merluza se puso mala?
Cuando a las merluzas les aparezcan unas pelusas o manchas negras, blancas o verdes, es porque desarrollaron moho y tendrás que tirarlas a la basura o podrías terminar intoxicado si las comes en ese estado.
Si las merluzas empiezan a oler mal, o presentan un sabor extraño o malo, quiere decir que definitivamente se echaron a perder y deberás deshacerte de ellas.
¿Cuánto dura la merluza?
Las merluzas frescas no duran demasiado a no ser que las congeles, de todas maneras, a continuación, te pondré un resumen del tiempo de conservación de las merluzas.
Producto
Duración
Merluza cruda refrigerada
1 – 2 días
Merluza cruda congelada
6 – 8 meses
Merluza cocida refrigerada
3 – 4 días
Merluza cocida congelada
4 – 6 meses
¿Cuál es la mejor manera de conservar la merluza?
Con respecto a las merluzas crudas, considero que la mejor forma de conservarlas sería congelándolas. Esto porque en la nevera apenas resiste un par de días, y si no estás seguro de la frescura de este pescado, entonces, lo mejor es optar con almacenarla en el freezer.
Todo lo contrario sucede con las merluzas cocidas, pues estas se conservan mejor dentro de la heladera, debido a que no corren el riesgo de que su sabor y textura se vean tan alterados. Algo para tener en cuenta si las quieres guardar en el freezer.
Si quieres aprender a preservar algún otro tipo de pescado o comida, acá tienes a tu disposición un montón de temas que abarcan este punto y podrían serte de mucha utilidad, asimismo, regularmente añadimos nuevos temas y mantenemos actualizada la información.
El maní, cacahuate, cacahuete o caguate es un tipo de legumbre (increíble pero cierto), aunque también se le considera un fruto seco, de cualquier manera, se pueden comer solos o añadirlos a diferentes recetas, confitados o salados, es un producto versátil y aquí en ConservaTodo te vamos a enseñar como conservar maní apropiadamente.
El maní con su cáscara puede mantenerse a temperatura ambiente por 4 meses y sin la cáscara solo resistirán 4 semanas. Si los refrigeras te pueden durar 12 meses, mientras que congelados se mantendrán por 24 meses.
En caso de que te interese saber cómo conservar el maní, solo sigue con la lectura.
Cómo conservar maní a temperatura ambiente
Los maníes con cáscara tienen la ventaja de contar con una protección natural que hace que duren algo más que aquellos sin cáscara, en especial, cuando se piensa almacenarlos a temperatura ambiente.
El método de almacenamiento en ambos casos es prácticamente el mismo, solo que, si vives en un lugar sumamente caliente, con una temperatura que excede los 29°C, te convendría más guardar los maníes en la heladera.
No obstante, siguiendo todas las recomendaciones que te daré a continuación, podrás conservar los maníes a temperatura ambiente sin problemas.
Paso 1: Comprobar el estado de los maníes.
Antes de guardarlos, verifica primero su estado: que no tengan moho o que estén muy húmedos, sobre todo los maníes sin cáscara, ya que suelen botar mucho aceite. Si ese es el caso, deshazte de los maníes con moho o en muy mal estado, y seca con papel absorbente o toalla los que estén un poco húmedos.
Paso 2: Poner los maníes en recipientes herméticos.
Puedes colocar los maníes en bolsas o envases herméticos, pero te aconsejo ponerlos en recipientes de vidrio, dado a que este material conserva muy bien los alimentos.
Los maníes sin cáscara podrías sellarlos al vacío, para brindarles un poco más de protección.
Paso 3: Escribir la fecha de almacenamiento.
Pon la fecha sobre el recipiente, pégale una etiqueta o colócale algo de cinta y encima puedes anotar la fecha, de esa manera, sabrás cuando estarán próximos a dañarse.
Paso 4: Guardar el maní a temperatura ambiente.
Debes colocar los recipientes con maníes en un sitio muy fresco, que se mantenga seco y oscuro, de ese modo, los maníes con cáscara se podrán mantener durante 4 meses a temperatura ambiente. [1]
En cambio, los maníes sin cáscara solo aguantarán 4 semanas a temperatura ambiente. Te recomiendo comprobar cada par de días los maníes, en caso de que en el recipiente donde lo hayas guardado aparezca un poco de humedad, si ese es el caso, solo sécalos con un trapo limpio o papel de cocina.
Cómo conservar el maní en la nevera
En caso de que la temporada de verano haya empezado fuerte, vivas en una zona muy caliente o no tengas un buen lugar en tu despensa para almacenar el maní, entonces el refrigerador es una buena opción.
Para guardar los cacahuates adecuadamente en el refrigerador, solo debes seguir estos pasos:
Paso 1: Verificar el estado de los cacahuates.
Comprueba que los cacahuates no tengan moho o que estén muy húmedos, sobre todo los cacahuates sin cáscara, debido a que suelen botar mucho aceite.
Deshazte de los cacahuates que se encuentren en muy mal estado, y seca aquellos que estén húmedos por su aceite natural con papel absorbente o toalla.
Paso 2: Colocar los cacahuates en recipientes herméticos.
Mete los cacahuates en bolsas o envases herméticos, preferiblemente usa los recipientes de vidrio, ya que este material es muy bueno para conservar los alimentos durante mucho tiempo.
Para proteger mejor los cacahuates sin cáscara, te aconsejo sellarlos al vacío, aunque también puedes ponerlos dentro de una bolsa hermética, solo asegúrate de sacarle todo el aire antes de cerrarla.
Paso 3: Anotar la fecha de almacenamiento.
Colócala sobre el recipiente o pégale una etiqueta o ponle unas tiras de cinta y encima le escribes fecha, así sabrás cuánto llevan guardados los cacahuates.
Paso 4: Guardar el cacahuate en la nevera.
Deja los cacahuates con cáscara en una parte no muy fría, para que, de esa forma, los cacahuates puedan estar 12 meses en la nevera. Si los cacahuates sin cáscara están sellados al vacío pueden mantenerse por el mismo período de tiempo, de lo contrario los cacahuates sin cáscara se conservarán por entre 6 y 8 meses en la parte más fría de la heladera.
Cómo congelar el maní
¿Se puede congelar el maní? Así es, y lo puedes congelar con todo y cáscara si quieres, pero esto no hará que dure más tiempo, no obstante, podría protegerlo de las quemaduras por congelamiento.
Paso 1: Comprobar el estado de los cacahuetes o maníes.
Al igual que los pasos anteriores, verifica el estado de los maníes y deshazte de aquellos que se encuentren en mal estado. Puedes pelarlos si gustas, y limpiar el aceite que pueden haber botado los que ya estaban sin cáscara.
Paso 2: Poner los maníes en recipientes resistentes.
Los cacahuetes sin cáscara mételos primero en bolsas herméticas, después ponlos en otra bolsa más grande o dentro de un envase apto para estar en el congelador.
En el caso de los maníes con cáscara bastará con ponerlos en una bolsa o envase herméticos resistentes al freezer.
Paso 3: Colocar la fecha de almacenamiento.
Ponla sobre el recipiente o colócale una etiqueta o pégale unas tiras de cinta y encima le anotas fecha, así sabrás el tiempo que llevan guardados los cacahuetes.
Paso 4: Guardar el maní en el freezer.
Los maníes o cacahuetes pueden estar congelados durante 24 meses. Para descongelarlos, déjalos a temperatura ambiente entre 30 o 40 minutos o ponlos en la nevera un día antes para que se vayan descongelando lentamente.
Los maníes se pueden volver a congelar las veces que quieras, pero los que están sin cáscaras se encuentran más propensos a perder el sabor cada vez que se congelen.
Cómo conservar el maní tostado
Al tostar los maníes su sabor se ve potenciado, pero acortará un poco su tiempo de vida útil porque hará que los aceites naturales salgan más rápido. Además, es una buena opción para rescatar los maníes que empiecen a oler rancio.
Para tostarlos puedes usar un horno, una sartén, un hornito tostador, la freidora de aire e incluso con un microondas. Si piensas usar el horno, precaliéntalo primero a unos 180°C para que sea más rápido de tostarlos.
Después, esparce los maníes uniformemente sobre una bandeja con papel pergamino y cocina por 15 o 20 minutos.
El proceso con el hornito tostador o la freidora de aire es similar, solo que con el primero tardarás entre 8 y 12 minutos, y con la segunda, haz una primera tanda de 5 minutos, luego remueve los maníes y vuélvelos a tostar por otros 5 minutos.
Tostar los maníes en la sartén es sumamente sencillo, solo agrega unas gotas de aceite y esparce los cacahuates de manera uniforme. Enciende la cocina a fuego medio-alto, y ve removiendo constantemente hasta que se doren.
Para tostar maní en el microondas, pon los maníes en un plato de vidrio o tazón aplanado que puedas meter en este aparato, pero antes esparce unas gotas de aceite sobre el plato. A máxima potencia, cocina en varias tandas de un minuto hasta que doren, sin embargo, no te quedarán crujientes como con los otros métodos.
Ahora, para guardar los maníes tostados, solo procede de la siguiente manera:
Paso 1: Esperar que los maníes se enfríen.
Si guardas los maníes mientras siguen calientes, el vapor se condensará dentro del recipiente donde los pongas, formando humedad, y eso dañará más rápido los maníes.
Paso 2: Embolsar o envasar los maníes.
Si quieres preservar los cacahuetes tostados a temperatura ambiente o en la nevera, utiliza tarros de vidrio con tapa hermética para almacenarlos, aunque igual puedes usar bolsas o envases herméticos fabricados en plástico.
En el caso de que los quieras congelar, emplea bolsas o recipientes plásticos resistentes al freezer, que también sean herméticos.
Paso 3: Escribir la fecha de almacenamiento.
Puedes colocar la fecha en el envase o bolsa, o pegarle unas tiras de cinta y encima anotar la fecha o colocarle una etiqueta con esa información.
Paso 4: Guardar los cacahuetes tostados.
Si dejas los maníes tostados en un sitio libre de humedad, oscuro y seco se podrán mantener por 1 o 2 semanas. Mientras que, si guardas los cacahuates tostados en la nevera, se podrán conservar por 1 o 2 meses.
Los maníes tostados que almacenes en el freezer se mantendrán de 12 a 18 meses.
Cómo conservar los empaques o bolsas de maní
En los supermercados o tiendas de comida puedes encontrar maníes en empaques o tarros sellados, que se pueden conservar durante mucho tiempo a temperatura ambiente, siempre y cuando no los hayas abierto.
La mayoría de los maníes en empaques ya vienen tostados con sal u otras especies. Para guardarlos correctamente, déjalos en un lugar fresco, seco y oscuro, así los maníes en tarros o empaques sellados se mantendrán hasta la fecha de caducidad.
Una vez que los destapes, transfiérelos a un envase o bolsa herméticos, pero únicamente si el empaque donde vino ya no sirve para preservarlos. Puedes almacenar los maníes de venta comercial a temperatura ambiente (en un lugar oscuro, fresco y seco), por espacio de 2 a 3 semanas.
Si guardas el empaque de maníes abierto en la heladera se conservarán por 4 o 6 meses, y si lo metes al freezer podrán estar de 2 a 3 años.
Cómo preparar la mantequilla de maní para conservar
Con los maníes puedes preparar una deliciosa mantequilla para untar o añadir en tus recetas, prepararla tendrás que:
Paso 1: Tostar los maníes.
Puedes hacerlo en cualquiera de las maneras que te explique en el punto de conservar maníes tostados.
Paso 2: Licuar los manís.
Puedes emplear un procesador de alimentos, una licuadora de mano o una convencional, aunque ten en cuenta que con esta última será complicada sacarla después.
Pero antes, espera hasta que los maníes tostados se enfríen para después proceder a licuarlos hasta obtener una crema.
De aquií ya tienes lista la mantequilla de maní, ahora bien, para poder conservarla, te invito a que leas el artículo dedicado en el que te enseñamos como debes almacenar la mantequilla de cacahuate para mantener su calidad por más tiempo.
Cómo conservar el aceite de maní
Del maní se obtiene un aceite que resulta una opción mucho más sana que el aceite vegetal que solemos comprar. La forma de conservarlo es muy sencilla, ya que vienen en botellas o recipientes que ayudan a mantener el aceite de maní en buen estado.
Lo ideal sería colocar el aceite en un lugar oscuro, fresco y libre de humedad, de ese modo, el aceite de maní podrá conservarse hasta lo que indique su fecha de caducidad a temperatura ambiente, aunque se recomienda consumir dentro de los 12 meses posteriores a la fecha de compra.
El aceite de maní destapado podrás guardarlo de la misma manera a temperatura ambiente, pero durará unos 6 meses. Si lo refrigeras el aceite de maní abierto se podría mantener por hasta un año.
Como con el frío el aceite de maní se condensa, solo bastará con dejarlo unos minutos a temperatura ambiente para que vuelva a estar líquido.
¿Cómo saber si el maní se puso malo?
Si los maníes presentan alguna de estas señales, es porque se habrán echado a perder:
Sabor u olor rancio o amargo, que persiste incluso después de tostarlos.
Viscosidad y cambio de consistencia, pueden ponerse muy aguados después de perder mucho de su aceite.
Moho, que se presentan en forma de pelusas o manchas negras o blancas.
No comas cacahuates que presenten alguno de estos signos de descomposición, ya que podrías acabar intoxicado o con malestar estomacal.
¿Cuánto dura el maní?
Los maníes suelen durar bastante tiempo, tengan o no cáscara, pero abajo te dejaré un resumen de ello.
Producto
Duración
Maní con cáscara a temperatura ambiente
4 meses
Maní sin cáscara a temperatura ambiente
4 semanas
Maní con cáscara refrigerado
12 meses
Maní sin cáscara refrigerado
6 – 8 meses
Maní congelado
24 meses
Maní tostado a temperatura ambiente
1 – 2 semanas
Maní tostado refrigerado
1 – 2 meses
Maní tostado congelado
12 – 18 meses
Empaque de maní sellado a temperatura ambiente
Hasta la fecha de caducidad
Empaque de maní abierto a temperatura ambiente
2 – 3 semanas
Empaque de maní abierto y refrigerado
4 – 6 meses
Empaque de maní abierto y congelado
2 – 3 años
Mantequilla de maní casera refrigerada
3 meses
Mantequilla de maní casera congelada
6 meses
Aceite de maní, sellado, a temperatura ambiente
Hasta la fecha de caducidad
Aceite de maní, abierto, a temperatura ambiente
6 meses
Aceite de maní, abierto y refrigerado
12 meses
¿Cuál es la mejor forma de conservar el maní?
Los maníes con cáscaras se mantienen muy bien a temperatura ambiente y resisten bastante tiempo cuando no tienen cáscaras, pero considero que la mejor manera de conservar los maníes consiste en refrigerarlos, tengan o no cáscaras.
Debido a que los cacahuates pueden botar aceite natural, sobre todo cuando hace mucho calor, lo mejor será mantenerlos en frío. En el congelador también se presenta como una buena alternativa de almacenamiento, pero los cacahuetes pueden ir perdiendo sabor cuanto más tiempo pasen en el freezer.
Tostar los maníes potencia su sabor, pero no hacen que duren más tiempo, y también recomiendo conservarlos preferiblemente dentro de la nevera, aunque también los puedes guardar a temperatura ambiente o congelarlos.
Los maníes de venta comercial suelen durar un poco más de tiempo, pero solo si se mantienen en su empaque sellado, una vez destapado tienen un tiempo similar a los maníes tostados.
La mantequilla de maní es una receta sumamente popular que se debe conservar dentro de la heladera si la preparaste en casa, y a pesar de que la puedes congelar también, puede cambiar un poco de su consistencia y sabor.
El aceite de maní, al igual que cualquier otro aceite, se mantiene muy bien a temperatura ambiente, pero también se conserva muy bien dentro de la nevera.
Si te interesa aprender a preservar otro fruto seco o legumbre, acá puedes encontrar cientos de temas sobre conservación de diferentes alimentos y platillos que te podrían ser muy útiles.
Los kumquats, naranjos chinos, quinotos o naranjos enanos son una fruta parecida a las naranjas, aunque de tamaño pequeño y cuya cáscara es comestible, pero, ¿cómo se conservan los kumquats?
Puedes almacenar los kumquats a temperatura ambiente por un período aproximado de 10 días, o guárdalos en la nevera durante 2 semanas. También los puedes congelar enteros por 12 meses.
Para saber cómo conservar los naranjos chinos correctamente, solo necesitas seguir leyendo.
Cómo conservar los kumquats a temperatura ambiente
Antes de dejar los kumquats a temperatura ambiente, primero comprueba su estado, ya que deben estar firmes y su cáscara completamente lisa, sin alguna rasgadura.
Por lo que, si los kumquats están algo aguados o tienen algún corte, lo mejor será guardarlos en la nevera.
Pues bien, para almacenar los kumquats en algún lugar de tu despensa, este debe mantenerse fresco, nada caliente, también tiene que estar seco y oscuro, para que no se acelere el proceso de descomposición natural.
Pon los kumquats dentro de una bolsa, preferiblemente de papel, o puedes dejarlos en un recipiente o cesta y los cubres con un trapo limpio y seco. De este modo, los kumquats podrán mantenerse hasta por 10 días a temperatura ambiente o hasta que se pongan muy maduros.
Cómo conservar los kumquats en la nevera
Otro método de conservar los naranjos chinos o kumquats, sobre todo si vives en una zona muy caliente o el calor en la temporada de verano está demasiado fuerte o se encuentran maduros, consiste en almacenarlos en la nevera de la siguiente manera:
Paso 1: Limpiar los naranjos chinos.
Para quitar los rastros de polvo, suciedad y/o humedad que puedan tener los naranjos chinos, pásales un trapo seco y limpio o papel absorbente.
No los laves los kumquats con agua, ya que pueden quedar húmedos y se podrían dañar antes de lo esperado, eso déjalo para antes de comerlos o prepararlos en alguna receta.
Paso 2: Poner los naranjos chinos en una cesta o bolsa.
Coloca los naranjos chinos dentro de una bolsa o recipiente hermético, para que la humedad del refrigerador no los afecte.
Paso 3: Escribir la fecha de almacenamiento de los naranjos chinos.
Como los naranjos chinos pueden llegar a durar varias semanas en la heladera, lo mejor que puedes hacer es ponerle la fecha de almacenamiento y así tendrás una idea de cuando estén próximos a echarse a perder.
Puedes escribir la fecha en el recipiente o bolsa, colocarle una etiqueta o pegarle unas tiras de cinta y encima colocar la fecha.
Paso 4: Guardar los naranjos chinos en la nevera.
Déjalos en la parte que sea más fría, de esa forma, los kumquats o naranjos chinos se mantendrán en buen estado dentro del refrigerador por hasta 3 semanas.[1]
En caso de que te preguntes, cómo conservar los kumquats picados, pues sería prácticamente del mismo modo, mételos dentro de un recipiente o bolsa hermética y refrigéralos, en la zona más fría.
Sin embargo, los naranjos picados solo aguantarán estar entre 3 y 5 días refrigerados.
Cómo congelar los kumquats
¿Se pueden congelar con kumquats? Efectivamente, los kumquats o quinotos se pueden congelar muy bien. Solo necesitas seguir estos pasos:
Paso 1: Lavar los quinotos.
En este caso, sí es recomendable lavar los quinotos con agua, ya que serán congelados y probablemente se usen de este modo, así que frota bien su piel, después sécalos con un trapo limpio.
Paso 2: Realizar el primer congelamiento de los quinotos.
Esparce los quinotos uniformemente sobre una bandeja con papel encerado o lámina antiadherente, e intenta acomodarlos de modo que no se toquen entre ellos para que no se peguen, y mete al congelador por 4 o 6 horas.
Paso 3: Pasar los quinotos congelados a recipientes aptos para congelar.
Cuando los quinotos estén congelados, pásalos a unas bolsas herméticas adecuadas para el freezer o en recipientes resistentes. Como fueron congelados primero, los quinotos no se pegarán.
Paso 4: Escribir la fecha de congelamiento de los quinotos.
Anota la fecha sobre las bolsas o envase, también podrías colocarle una etiqueta con esa información, o pegarle tiras de cinta y sobre ellas escribir la fecha de almacenamiento.
Paso 5: Guardar los quinotos en el freezer.
Los quinotos enteros pueden estar congelados durante 12 meses, pero si están picados solo se mantendrán por 3 meses.
Cuando los quieras descongelar, te aconsejo pasar la cantidad de quinotos que necesitas un día antes a la nevera para que se descongelen lentamente, ahí podrán estar durante 2 o 3 días más.
Pero debes tener en cuenta que los quinotos o kumquats no se pueden volver a congelar, así que, si los descongelas a temperatura ambiente, deberás usar o comerte los quinotos ese mismo día, pues tampoco los pueden volver a refrigerar.
Cómo conservar la mermelada de kumquats
Una de las maneras más viejas para conservar las frutas de temporada consistía en preparar diferentes recetas con conservantes naturales, como el azúcar.
Así que, para la preparación de la mermelada de kumquats o naranjos enanos, necesitarás un kilo de este fruto, más 500 gramos de azúcar y el jugo de cuatro naranjas regulares.
Paso 1: Lavar los naranjos enanos.
Lava los naranjos enanos con agua, asegurándote de frotar bien su piel para remover todo el sucio, quítales las hojas o tallos que pueda tener, después cuélalos y pícalos a la mitad, así podrás removerles las pocas semillas que tengan.
A diferencia de la naranja u otros cítricos, la parte blanca de los kumquats no es amarga, por lo que no tienes que preocuparte de la cáscara.
Si quieres que la mermelada te quede con una textura más fina, licúa los kumquats, pero si te gusta sentir los pequeños trozos de la fruta, entonces pícalas en cuadritos o como lo prefieras.
Paso 2: Preparar la mermelada de naranjos enanos.
En una olla agrega el zumo de naranja con los naranjos enanos y el azúcar, cocina a fuego medio bajo durante 45 o 50 minutos o hasta que la mermelada adquiera la consistencia deseada.
Paso 3: Pasar la mermelada de naranjos enanos a un recipiente.
Lo ideal será pasar la mermelada de kumquats a un frasco de vidrio con tapa de rosca o hermética, en especial si quieres mantenerla a temperatura ambiente o en la nevera, pero no los vayas a llenar por completo, deja libre entre uno o un centímetro y medio.
En caso de que quieras congelar la mermelada de naranjos enanos, entonces ponlos dentro de envases o bolsas resistentes al freezer y herméticos.
Paso 4: Sellar la mermelada de naranjos enanos al vacío.
Necesitarás una olla grande donde quepa el o los frascos de vidrio con mermelada. Primero, tendrás que colocar al fondo de la olla una toalla limpia o una rejilla, luego acomodas los frascos, dejándolos un poco separados entre sí para no que choquen entre ellos.
Ahora procede a echar agua hasta cubrir o casi cubrir los frascos. Pon el fuego al máximo, cuando comience a hervir, lo colocas a nivel medio bajo y hierve durante 20 o 30 minutos para que todo el aire salga por la presión.
Apaga la cocina y espera hasta que el agua se enfríe antes de sacar los frascos o podrían explorar por el cambio repentino de temperatura. Después, déjalos reposar unas seis horas en un lugar lejos de la luz.
Si quieres congelar la mermelada de naranjos enanos, descarta este paso.
Paso 5: Escribir la fecha de preparación de la mermelada de naranjos enanos.
Pégale unas tiras de cinta al recipiente y encima escribe la fecha de preparación de la mermelada de naranjos enanos, en caso de no contar con etiquetas. Aunque también podrías escribirla sobre el frasco, bolsa o envase, si no te importa rayarlos.
Paso 6: Guardar la mermelada de naranjos enanos.
A la hora de almacenar la mermelada de kumquats o naranjos enanos, tienes tres opciones: la primera, dejarla a temperatura ambiente, en un lugar libre de humedad, que se mantenga fresco y apartado de la luz.
Si el frasco con la mermelada de naranjos enanos permanece sellado, se podrá mantener durante 10 o 12 meses a temperatura ambiente, una vez que la destapes el tiempo de conservación de la mermelada de kumquats se reducirá a 2 o 3 meses.
En caso de que la temperatura del lugar donde vives sea de 21°C o más, entonces lo mejor será aplicar la segunda opción, refrigerar la mermelada de naranjos enanos, si el frasco está sellado podrá conservarse de 18 a 24 meses, y cuando la destapes, la mermelada de kumquats durará 6 meses en la nevera.
En caso de que hayas congelado la mermelada de kumquats, esta se mantendrá por un período estimado de 3 a 5 años.
Cómo conservar kumquats en almíbar
Otra alternativa de almacenamiento consiste en preservar los kumquats en almíbar, para ello necesitarás: 1,2 kilos de kumquats, 1 kilo de azúcar y 1 litro de agua.
Paso 1: Lavar los kumquats.
Lava los kumquats o quinotos con agua, asegurándote de frotar bien su piel para remover bien todo el sucio y quítales las hojas o tallos. Después, cuélalos y sécalos con un trapo de cocina limpio.
Paso 2: Preparar los kumquats en almíbar.
Coloca el agua y el azúcar en una olla, enciende la cocina a fuego medio y espera hasta que empiece a hervir para añadir los kumquats. Seguidamente bajarás el fuego al mínimo para que no hierva y cocinarás durante dos horas.
Apaga el fuego y deja enfriar por varias horas, incluso podrías dejarlo toda la noche, antes de realizar el siguiente paso.
Paso 3: Pasar los kumquats en almíbar a recipientes herméticos.
Lo ideal sería colocar los kumquats en frascos o tarros de vidrio, que tengan tapa de rosca o hermética, pero no lo llenes completamente si quieres sellarlos al vacío, así que deja libre entre uno o un centímetro y medio.
Paso 4: Sellar al vacío los frascos con kumquats en almíbar.
Hierve los frascos bien sellados en una olla grande durante 20 o 30 minutos, pero asegúrate de ponerles un trapo o rejilla abajo, así no chocarán con la olla o entre ellos, y añade agua hasta cubrirlos o casi.
Antes de sacarlos, espera hasta que el agua se enfríe o el choque de temperatura podría hacer que los tarros exploten, luego déjalos en un lugar con sombra durante 6 o 12 horas.
Paso 5: Poner la fecha de preparación.
Pon etiquetas con la fecha sobre los frascos o colócales tiras de cinta y encima anotas la fecha.
Paso 6: Guardar los kumquats en almíbar.
Puedes poner los frascos sellados con kumquats en almíbar en un sitio libre de humedad, oscuro y muy fresco, de este modo, los kumquats en almíbar se conservarán durante 1 año a temperatura ambiente.
En caso de que vivas en un lugar muy caluroso, con una temperatura superior a 24°C, entonces, te recomiendocolocar el frasco sellado con kumquats en almíbar en la nevera, ahí se podrán mantener de 18 a 24 meses.
Una vez que destapes el frasco, mantén los kumquats en almíbar y te llegarán a durar 2 o 3 meses. Este es el tiempo que durarán si no sellas los kumquats en almíbar al vacío.
Cómo conservar el chutney de kumquats
Esta es una excelente receta que también puede alargar el tiempo de conservación de los kumquats o naranjos chinos un poco más, solo necesitarás estos ingredientes:
Medio kilo de kumquats o naranjos chinos / 100 mililitros de sidra de manzana / 50 mililitros aceite de oliva / 100 mililitros de zumo de naranja / una cebolla (blanca o morada) / 50 gramos de pasas / 100 gramos de azúcar morena o de caña / Un diente de ajo / Una cucharadita de jengibre en polvo / Una rama de canela / 2 clavos de olor / Sal y Pimienta al gusto.
Paso 1: Lavar y picar los naranjos chinos.
Primero lava con agua los kumquats y después pícalos por la mitad para sacarles las semillas. También podrías cortarlos en juliana, cuadritos o licuarlos para tener una textura más fina del chutney.
Paso 2: Preparar el chutney de naranjos chinos.
En una olla grande, echa el aceite de oliva, los kumquats o naranjos chinos, el ajo triturado y la cebolla cortada finamente y sofríe durante un par de minutos, antes de agregar el jengibre, el azúcar, las pasas, el vinagre y una pizca de sal y pimienta.
Mezcla todos los ingredientes y cocina a fuego medio durante 10 minutos. Ahora procedes a incorporar el zumo de naranja, la canela y los clavos, mezcla todo nuevamente y deja cocinar por 30 minutos más.
Paso 3: Transferir el chutney de kumquats a un frasco de vidrio.
Los frascos o tarros hechos de vidrio con tapa hermética o de rosca conservará mucho mejor el chutney de naranjos chinos, solo esterilízalos en agua hirviendo durante 10 minutos. Realiza este paso con anterioridad para que en este punto ya estén secos.
Espera a que el chutney se enfríe antes de pasarlo y cierra bien el frasco.
Paso 4: Anotar la fecha de preparación del chutney de kumquats.
Pégale una etiqueta o, si no, colócale tiras de cinta adhesiva y encima le escribes la fecha de preparación. Así tendrás una idea de cuando esté a punto de echarse a perder.
Paso 5: Guardar el chutney de naranjos chinos.
Mantén el chutney de kumquats en la parte más fría de la nevera por hasta 1 año. Te recomiendo esperar que hayan pasado un par de semanas (mejor tres meses) antes de empezar a comerla, así todos los sabores se compenetrarán bien.
Cómo conservar los kumquats encurtidos
Otra alternativa que puedes emplear como método de conservación, consiste en preparar kumquats encurtidos. Para ello, necesitarás:
350 gramos de naranjos enanos o kumquats / 100 gramos de azúcar blanca, morena o de caña / 200 mililitros de vinagre de cualquier tipo / 50 mililitros de mirín, vino blanco o de jerez / una cucharada de sal / 8 granos de pimienta / una cucharada de semillas o copos de pimiento rojo.
Paso 1: Lavar y picar los kumquats.
Lava los kumquats con agua, después pícalos a la mitad para sacarles las semillas.
Paso 2: Cocer los kumquats.
Coloca los quinotos en una olla grande y cúbrelos con agua. Lleva al fuego y cuando llegue al punto de ebullición, bájalo a nivel medio-bajo y cocina durante 15 minutos para que se reduzca el agua. Remueve constantemente, para que los kumquats que queden al fondo no se cocinen de más.
Después añade el resto de ingredientes y cocina por otros 15 o 20 minutos, y no dejes de remover, hasta que se forme una especie de almíbar ligero y se hayan ablandado los quinotos. Apaga el fuego y espera que la preparación se enfríe.
Paso 3: Pasar los kumquats encurtidos a frascos de vidrio.
El vidrio conserva mejor este tipo de preparaciones, así que echa los kumquats en estos frascos, asegurándote de dejarlos sumergidos en la mezcla, y no lo llenes por completo, deja un centímetro y medio sin llenar.
Paso 4: Sellar al vacío los frascos con kumquats encurtidos.
En una olla grande pon a hervir los frascos con los kumquats encurtidos bien sellados durante 20 o 30 minutos, pero antes colócales un trapo o rejilla abajo, así no chocarán con la olla o entre ellos, y agrega agua hasta cubrirlos o casi.
Antes de sacar los frascos, aguarda hasta que el agua se enfríe o el choque de temperatura podría hacer que exploten, luego déjalos por 6 o 12 horas en un lugar con sombra.
Paso 5: Anotar la fecha de preparación de loskumquats encurtidos.
Colócales a los frascos unas etiquetas con la fecha o pégales tiras de cinta y encima le escribes la fecha.
Paso 6: Guardar los kumquats encurtidos.
Puedes poner los frascos sellados con kumquats encurtidos en un sitio seco, oscuro y fresco, de esta forma, los kumquats encurtidos se podrán mantener por 6 meses a temperatura ambiente, una vez que hayas destapado el frasco, resistirán solo 2 o 3 semanas.
También puedes guardar los kumquats encurtidos dentro de la nevera, si el frasco permanece sellado se mantendrán por 12 meses, pero el frasco conkumquats encurtidos abierto solo se llegará a mantener 2 o 3 meses refrigerado.
¿Cómo saber si los kumquats se pusieron malos?
Si la piel de los kumquats se torna seca, pierde color y peso, es que su vida útil se terminó porque estuvieron demasiado tiempo a temperatura ambiente y perdieron toda la humedad.
Pero en caso de que los quinotos estén demasiado húmedos y aguados, es señal de que se pudrieron.
Si a los naranjos chinos les aparecen unas manchas o pelusas blancas o negras, desarrollaron moho y ya no son seguras de comer, pues si lo haces acabarás enfermo. Tampoco comas naranjos enanos que huelan o sepan mal.
¿Cuántos duran los kumquats?
Los kumquats tienen un tiempo de conservación extenso, sobre todo si lo comparamos con una gran parte de las frutas, pero acá te dejo un resumen del mismo:
Producto
Duración
Kumquats a temperatura ambiente
10 días
Kumquats enteros refrigerados
3 semanas
Kumquats picados refrigerados
3 – 5 días
Kumquats enteros congelados
12 meses
Kumquats picados congelados
3 meses
Mermelada de kumquats, frasco sellado a temperatura ambiente
10 – 12 meses
Mermelada de kumquats, frasco abierto a temperatura ambiente
2 – 3 meses
Mermelada de kumquats, frasco sellado y refrigerado
18 – 24 meses
Mermelada de kumquats, frasco abierto y refrigerado
6 meses
Mermelada de kumquats congeladas
3 – 5 años
Kumquats en almíbar, frasco sellado a temperatura ambiente
1 año
Kumquats en almíbar, frasco sellado y refrigerado
18 – 24 meses
Kumquats en almíbar, frasco abierto y refrigerado
2 – 3 meses
Chutney de kumquats refrigerado
1 año
Kumquats encurtidos, frasco sellado a temperatura ambiente
6 meses
Kumquats encurtidos, frasco abierto a temperatura ambiente
2 semanas
Kumquats encurtidos, frasco sellado y refrigerado
12 meses
Kumquats encurtidos, frasco abierto y refrigerado
2 – 3 meses
¿Cuál es la mejor forma de conservar kumquats?
Se podría decir que guardar los kumquats dentro del refrigerador es el mejor modo de conservarlos, pues no solo se mantendrán por un par de semanas, además su sabor no se verá afectado.
Sin embargo, los kumquats o naranjos enanos pueden estar a temperatura ambiente por varios días y se congelan muy bien, aunque en este último caso podrían perder consistencia y sabor cuanto más tiempo permanezcan congelados.
Con respecto a los kumquats o naranjos chinos picados, puedes refrigerarlos o congelarlos como mejor te parezca.
Otra forma cómo puedes conservar los quinotos o kumquats consiste en preparar una mermelada, chutney, encurtido o en almíbar. Con estos métodos se mantendrán durante mucho tiempo.
Si te interesa aprender a conservar algún otro cítrico, acá dispones de una gran variedad de temas relacionados con este punto que te podrían interesar, además, añadimos nuevos temas y actualizamos la información de manera regular.
Las mojarras comprenden una familia de peces que se encuentran mayormente en los mares tropicales, y algunos de ellos son aptos para el consumo humano, pero, ¿cómo se conservan las mojarras?
Las mojarras crudas, si tienes planeado comerlas pronto, puedes refrigerarlas por 1 o 2 días, pero para que te duren un poco más de tiempo te aconsejo congelarlas, de ese modo se mantendrán entre 6 y 8 meses.
Si quieres aprender a cómo conservar mojarras más detalladamente, solo sigue leyendo.
Cómo conservar mojarras crudas en la nevera
Primero que nada, para poder almacenar las mojarras en la nevera, asegúrate de comprobar su nivel de frescura, y aunque para muchos la solución más sencilla sería preguntarle al vendedor, no todos van a darte una respuesta sincera.
Por eso, te diré cómo identificar el nivel de frescura de las mojarras: una mojarra fresca tiene la piel brillante y elástica (esto último lo compruebas hundiendo un dedo sobre la piel, y al quitarlo debe regresar a su forma original), además sus ojos tienen que estar limpios, brillantes y abultados.
Otro aspecto sumamente importante a la hora de comprar mojarras, es no romper la cadena de frío, por eso, te recomiendo comprarlas en última instancia.
Y si tienes una bolsa térmica mejor, si no, puedes pedirle al vendedor que te ponga un poco de hielo dentro de la bolsa para ayudar a mantener las mojarras hasta que llegues a tu casa.
Teniendo en cuenta todo esto, entonces, puedes proceder a guardar las mojarras del siguiente modo:
Paso 1: Limpiar las mojarras.
Primero descámalas, después hazle un corte por debajo para sacarle las tripas. Luego procede a lavarlas con agua y limón, y si quieres puedes cortarlo en trozos y remover la cola y la cabeza, aunque las mojarras se suelen cocinar enteras.
Paso 2: Meter las mojarras en una bolsa hermética.
Puedes poner las mojarras en una bolsa hermética, pero asegúrate de sacarle todo el aire antes de cerrarla, así previenes que toda la heladera huela a pescado, además, mantendrá mejor las mojarras. También podrías envolverlas con film transparente.
Paso 3: Colocar las mojarras dentro de un recipiente con hielo.
Primero haz una capa o cama de hielo, encima colocas las mojarras y después las cubres con más hielo, tapas el recipiente o cúbrelo con una toalla húmeda y limpia.
Paso 5: Guardar las mojarras en la nevera.
Coloca el recipiente con las mojarras en la zona más fría y aleja de ellas aquellos alimentos que tengan la tendencia de absorber el olor, si sigues estos consejos, las mojarras serán capaces de mantenerse por uno o dos días dentro de la nevera.[1]
Cómo congelar las mojarras crudas
¿Se pueden congelar las mojarras? Sí y es el método que deberías aplicar si compraste muchas mojarras para comer en diferentes ocasiones, solo necesitarás aplicar estas recomendaciones:
Paso 1: Limpiar las mojarras.
Primero descama las mojarras, luego destrípalas y lávalas con agua y limón. Puedes picar las mojarras si gustas.
Paso 2: Eliminar el excedente de humedad de las mojarras.
Déjalas unos minutos sobre un colador para que se escurran bien, luego intenta eliminar el excedente de humedad con papel absorbente, la idea es evitar la formación de demasiados cristales de hielo que puedan afectar su sabor y consistencia.
Paso 3: Envolver las mojarras.
Envuelve las mojarras con papel film primero, luego con papel aluminio, así evitarás las quemaduras ocasionadas por el congelamiento. También podrías aplicar doble capa de papel film.
Paso 4: Poner las mojarras en bolsas o envases resistentes.
Mete las mojarras envueltas en una bolsa hermética apta para congelar, o dentro de un recipiente resistente.
Paso 5: Escribir la fecha de almacenamiento de las mojarras.
Puedes anotarla sobre la bolsa o recipiente, pero si no los quieres rayar, entonces ponles unas tiras de tirro o cinta al recipiente o bolsa y sobre ella escribe la fecha, y si cuentas con etiquetas mucho mejor, ya que solo tendrías que pegarla al envase.
Paso 5: Guardar las mojarras en el congelador.
De esta manera, las mojarras podrán estar entre 6 y 8 meses en el freezer.[2]
Para descongelar las mojarras, hazlo lentamente, así que pásala un día antes a la nevera, ahí podrán estar 24 horas más.
Ten en cuenta que las mojarras crudas no se pueden volver a congelar, a no ser que las hayas cocido.
Cómo conservar las mojarras cocidas
Si cocinaste más mojarras de las que podías comer, no te preocupes, porque a continuación te diré cómo almacenar las mojarras cocidas para que no se echen a perder rápidamente.
Paso 1: Esperar que las mojarras se enfríen.
Espera varios minutos hasta que el vapor interno salga por completo de su interior, de lo contrario podría acortar la duración de las mojarras. Pero ten cuidado de no dejar las mojarras cocidas más de dos horas a temperatura ambiente.
Paso 2: Poner las mojarras cocidas en un recipiente hermético.
Una vez que estén frías las mojarras, pásalas a un envase o bolsa hermética, y si las vas a congelar entonces estos tienen que ser resistentes al congelador.
Paso 3: Anotar la fecha de almacenamiento de las mojarras.
Ponle la fecha de preparación de la mojarra para que sepas cuánto tiempo le quedan en buen estado, así que escríbela encima del envase o recipiente, o pégale una etiqueta o colócale tiras de cinta y sobre ella anotas la fecha.
Paso 4: Guardar las mojarras cocidas.
Si dejas las mojarras cocidas en la nevera, en la parte más fría, te llegarán a durar entre 3 y 4 días. Y si guardas las mojarras en el freezer, durarán entre 4 y 6 meses.[3]
Para recalentar las mojarras te aconsejo hacer uso del horno, precaliéntalo a 200°C y hornea durante 15 minutos, en el caso de usar una freidora de aire, ajústala a la misma temperatura y cocina por 5 u 8 minutos.
También puedes calentar las mojarras en el microondas, para ello, realiza varias tandas de 30 segundos a potencia media hasta que logren calentarse por completo, pero te conviene saber que, si freíste las mojarras, no te quedarán crujientes.
¿Cómo saber si las mojarras se pusieron malas?
Una de las primeras cosas que notarás cuando las mojarras se pongan malas, es que empezarán a oler mal, y en este caso, lo mejor será deshacerte de ellas.
Tampoco deberías comer las mojarras si le aparecen unas manchas o pelusas negras, blancas o verdes encima, porque eso quiere decir que desarrollaron moho y si las comes, acabarás intoxicado.
Si las mojarras tienen un sabor raro o malo, no lo comas, porque es indicativo de que se echaron a perder y tampoco sería seguro comerlas.
¿Cuánto duran las mojarras?
Las mojarras crudas no duran mucho a no ser que se congelen, pero abajo te pondré un resumen de su tiempo de conservación.
Producto
Duración
Mojarras crudas refrigeradas
1 – 2 días
Mojarras crudas congeladas
6 – 8 meses
Mojarras crudas refrigeradas
3 – 4 días
Mojarras crudas congeladas
4 – 6 meses
¿Cuál es la mejor manera de conservar las mojarras?
Teniendo en cuenta que las mojarras apenas duran, como máximo, dos días en la nevera, considero que la mejor manera de conservar las mojarras consiste en congelarlas.
Gracias a que las mojarras son pescados blancos, es decir, que son magros y no cuentan con un alto nivel de grasas, el tiempo de conservación dentro del freezer es más largo que aquellos pescados con mucha grasa.
No obstante, si cociste las mojarras, las opciones se invierten porque considero que, las mojarras cocidas preservarán mejor su sabor y textura en la nevera que en el freezer.
Si te interesa aprender a conservar algún otro alimento del mar, o cualquier otra comida, acá tienes a tu disposición muchos temas que tratan sobre ello y podrían serte de mucha ayuda, además añadimos nuevos temas y actualizamos la información regularmente.
El té es una infusión que se prepara con hierbas secas, estas pueden venir en hebras sueltas, en bolsitas o en polvo, también hay diferentes tipos que le otorgan un sabor y color diferentes, pero, ¿cómo se conserva el té?
Lo ideal es mantener el té a temperatura ambiente, si el empaque permanece sellado, el té de hebras sueltas podrá mantenerse por 2 años, mientras que las bolsas de té durarán 18 meses y el té instantáneo 3 años.
Para conocer en detalle todos los aspectos que se deben tener en cuenta para conservar el té, solo sigue con la lectura.
Cómo conservar el té de hebras sueltas
Por lo general, el té de hebras sueltas es el que más se vende y también es el más económico. La mayoría de las tiendas lo venden a granel, y en algunos casos no se encuentran en empaques sellados, lo que no es lo ideal, ya que se acorta su tiempo de vida.
Pero, aunque vengan en bolsas selladas o no, ya que la mayoría son transparentes, pon el té dentro de envases herméticos que sean opacos. Los recipientes de metal que sean aptos para guardar comida son perfectos. Si quieres utilizar frascos de vidrio transparente, deberás tener cuidado de no exponer mucho el té a la luz para no degradar su calidad.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es no almacenar el té en un lugar húmedo, ya que, al ser un producto deshidratado, es capaz de absorber la humedad de su entorno, es por eso que no se recomienda conservar el té en la nevera.
El calor también afecta la calidad del té, así que no lo guardes en lugares calientes o que estén cerca de artefactos que generen calor. Tampoco debes poner el té cerca de otros productos que emitan un fuerte olor, incluso otros tés, porque podría modificar su olor y sabor.
Si tomas en cuenta todas estas indicaciones, el empaque sellado de té de hebras sueltas podrá mantenerse por 2 años a temperatura ambiente. Si el empaque de té ya fue destapado y lo usas regularmente, entonces la duración se reducirá a 1 año. [1]
En caso de que hayas comprado té de hebras al granel, es decir, que en la tienda el té haya estado expuesto al aire libre, el tiempo de vida se reduce a 4 o 6 meses, desde la fecha de la compra.
Recuerda poner sobre el envase la fecha de almacenamiento, así podrás mantener un mejor control del té. También tienes la opción de congelar el té, solo mételo en bolsas herméticas aptas para congelar, de esta manera, el té de hebra suelta se conservará de 3 a 5 años en el freezer.
Cómo conservar las bolsas de té
Las bolsas de té son un producto sumamente ingenioso, ya que contienen la cantidad necesaria para preparar una taza de té, manteniendo las hojas en un solo sitio, de modo que, cuando hayas impregnado el agua caliente con su sabor, podrás sacarlas fácilmente.
La manera de almacenarla es prácticamente la misma que en el apartado anterior, es decir, debes guardar las bolsas de té en un sitio libre de humedad, oscuro y que se mantenga fresco.
Debes mantener las bolsas en el empaque donde vinieron, sino pásalas a un recipiente hermético que sea opaco, que puede ser de plástico, metal o de vidrio. Además, mantén las bolsas de té alejadas de otros productos que tengan un fuerte olor.
Escribe la fecha de almacenamiento, o guíate por lo que indique su fecha de vencimiento. Por lo general, si aplicas todos estos consejos, las bolsas de té podrán durar 18 meses a temperatura ambiente desde la fecha de compra.[2]
Tampoco se recomiendan guardarlas en la nevera, pero podrías congelarlas poniéndolas en bolsas herméticas que resistan el freezer, las bolsas de té pueden estar congeladas de 3 a 5 años.
Si quieres reutilizar las bolsas de té, exprímelas bien antes de ponerlas dentro de un recipiente hermético y guárdalas en la parte más fría de tu heladera, de esa manera, podrán aguantar uno o dos días más.
Cómo conservar el té instantáneo
El té instantáneo es un producto sumamente popular entre los jóvenes, ya que la mayoría de estos tés vienen con edulcorantes y suelen tomarse en frío, siendo una bebida mucho más refrescante y perfecta para tomar en días calurosos, pero también lo puedes encontrar en sabores más tradicionales.
Este producto suele venir en empaques sellados, bien sea en bolsas o en envases de plásticos, estos últimos sirven para preservarlos también. Si los mantienes en un sitio seco, fresco y lejos de la luz, el té instantáneo sellado podrá mantenerse por 3 años a temperatura ambiente.[3]
Una vez abierto, pásalo a un recipiente hermético oscuro si no se puede mantener en su empaque, y mantenlo igualmente en un lugar fresco, oscuro y seco, así el té instantáneo abierto podrá estar entre 6 y 12 meses a temperatura ambiente.
Cómo conservar el té matcha
El té matcha es un tipo de té sumamente delicado, por eso, es el único que se aconseja guardar dentro de la nevera, en lugar de almacenarlo a temperatura ambiente.
Sin embargo, también se deben aplicar muchos de los consejos mencionados anteriormente para alargar su tiempo de conservación, por ejemplo, mantener el té alejado de otros alimentos con fuerte olor.
Como la humedad también lo afecta, lo ideal será mantener el té matcha muy bien sellado, si puedes ponerlos en recipientes que se sellan al vacío mejor, o puedes meter el recipiente hermético donde lo pongas dentro de una bolsa hermética.
Si colocas el té matcha en una zona fresca de la nevera, no muy fría, se conservará por 1 año si no se ha destapado, una vez abierto, aguantará entre 6 y 8 meses.
También tienes la opción de congelar el té matcha, para ello solo tienes que usar un recipiente resistente al congelador y anotar la fecha de almacenamiento. El té matcha puede estar congelado de 18 a 24 meses.
Si vives en un sitio cuya temperatura no supera los 20°C o empezó la temporada de invierno, puedes mantener el té matcha a temperatura ambiente, de 6 a 12 meses, en un lugar seco, fresco y oscuro.
Cómo conservar la infusión de té
Pues bien, el té es una bebida que se recomienda tomar el mismo día que se prepara, pero si preparaste de más, puedes conservarlo en la nevera. Si hiciste una infusión caliente, espera hasta que se enfríe antes de pasarlo a un recipiente con tapa, si es hermético o de rosca mejor.
En caso de que hayas preparado un té frío, no lo almacenes con los cubos de hielo porque estos se derretirán y diluirán su sabor. Si mantienes la infusión o bebida en la parte más fría, la infusión o bebida de té podrá mantenerse refrigerada de 3 a 5 días.
Si quieres congelar la infusión o bebida de té, entonces, haz lo que indico a continuación.
Paso 1: Pasar la bebida de té a un recipiente resistente.
Puedes verter el té en moldes para hacer cubos de hielo, en bolsas herméticas o dentro de un recipiente hermético apto para congelar. En los dos primeros casos, deberás pasar por un primer congelamiento, para luego desmoldar o pasar las bolsas congeladas a otra bolsa o recipiente más grande.
Paso 2: Escribir la fecha de preparación.
Coloca la fecha de preparación del té sobre el envase, bien sea que lo escribas directamente en el recipiente, o le pegues una etiqueta o le hayas puesto un trozo de cinta para escribirle encima la fecha.
Paso 3: Guardar la infusión o bebida de té en el freezer.
De esta manera, la infusión o bebida de té puede estar congelada durante 12 meses, pero ten presente que cuanto más tiempo pase congelada, irá perdiendo sabor.
¿Cómo saber si el té se puso malo?
A pesar de que es difícil que eso suceda, el té si se puede poner malo, principalmente si no se almacenó bien y el té absorbió suficiente humedad de su entorno para desarrollar moho.
Por lo tanto, cuando veas que al té le salen unas pelusas o manchas blancas u oscuras, se ha puesto malo y tendrás que tirarlo a la basura, porque ya no es seguro usarlo.
Tampoco es buena señal cuando el té pierde por completo su olor o sabor, si esto pasa, es porque su tiempo de vida útil culminó y ya no vale la pena seguir utilizándolo.
¿Cuánto dura el té?
El té suele durar mucho tiempo, sobre todo si se almacena de la manera correcta, pero abajo te dejo un resumen de ello.
Producto
Duración
Empaque sellado de té en hebras sueltas a temperatura ambiente
2 años
Empaque abierto de té en hebras sueltas a temperatura ambiente
1 año
Té en hebras sueltas (comprado sin empaque sellado) a temperatura ambiente
4 – 6 meses
Té en hebras sueltas congelado
3 – 5 años
Bolsas de té a temperatura ambiente
18 meses
Bolsas de té usadas refrigeradas
1 – 2 días
Bolsas de té congeladas
3 – 5 años
Empaque de té instantáneo sellado a temperatura ambiente
3 años
Empaque de té instantáneo abierto a temperatura ambiente
6 – 12 meses
Té matcha a temperatura ambiente
6 – 12 meses
Té matcha empaque sellado y refrigerado
1 año
Té matcha empaque abierto y refrigerado
6 – 8 meses
Té matcha congelado
18 – 24 meses
Infusión o bebida de té refrigerada
3 – 5 días
Infusión o bebida de té congelada
12 meses
¿Cuál es el mejor modo de conservar el té?
La mejor manera de conservar el té, de cualquier tipo, es almacenándolo a temperatura ambiente, en un sitio oscuro, fresco y libre de humedad, dentro de un recipiente hermético.
Sin embargo, el té marcha es el único que se recomienda guardarlo en la nevera por lo delicado que es, pero igual lo podrías dejarlo a temperatura ambiente si no está muy caliente el clima.
Todos los tés se pueden congelar, pero cabe resaltar que cuanto más tiempo pasen en el freezer, irán perdiendo sabor y también algunos de sus nutrientes.
Las bebidas e infusiones que prepares con el té es mejor mantenerlas en la nevera, para que así tengas disponible cada vez que quieras beber los siguientes días, y tienes la opción de congelarlo también.
En caso de que te interese conservar otro producto o alimento, acá tienes a tu disposición muchos temas que tratan precisamente este punto, además, añadimos más temas regularmente y los mantenemos actualizamos.
Las frambuesas son unas bayas pequeñas que entran en la categoría de frutos rojos o del bosque, son polidrupas, con un dulce y potente sabor. Ahora bien, como ya sabrás, en este post vamos a responder en forma exhaustiva cómo se conservan las frambuesas.
Puedes preservar las frambuesas dentro del refrigerador por 2 o 3 días o en el freezer por 4 meses, y si las mezclas con azúcar resistirán de 8 a 12 meses congeladas. También tienes la opción de deshidratarlas y mantenerlas por un año a temperatura ambiente.
En caso de que quieras aprender a cómo conservar frambuesas correctamente, solo tienes que seguir leyendo.
Cómo conservar frambuesas en la nevera
Lamentablemente, las frambuesas no duran mucho tiempo a temperatura ambiente, en particular, si compras las que vienen empaquetadas en los supermercados o tiendas de comida.
Por lo que una de las opciones de almacenamiento que tienes disponible, será conservar las frambuesas en la heladera, y puedes hacerlo de la siguiente manera:
Paso 1: Secar las frambuesas.
Como la gran mayoría de frambuesas que se compran vienen algo húmedas, apenas llegues a casa, extiéndelas sobre una toalla seca y limpia (que no te importe manchar) o sobre papel absorbente, y sécalas con cuidado. Deshazte de las frambuesas podridas.
Paso 2: Poner las frambuesas en un recipiente con papel.
Las frambuesas van perdiendo humedad, por lo que te convendría colocar papel absorbente en el interior del recipiente donde las pondrás. Puedes utilizar el mismo recipiente donde vinieron, ya que cuentan unos agujeros que permiten el flujo de aire o puedes ponerlas en envases o bolsas que no sean herméticos.
Paso 3: Guardar las frambuesas en la nevera.
No dejes las frambuesas en la parte más fría de tu heladera, tampoco en el compartimiento para las verduras, dado a que no durarían demasiado. Mejor déjalas en una zona fresca, cerca de la puerta.
Si sigues todos estos consejos, las frambuesas se podrán mantener por 2 o 3 días en la nevera. [1]
Cómo congelar las frambuesas
¿Se pueden congelar las frambuesas? Las frambuesas se congelan tan bien que es la opción de almacenamiento predilecta de la mayoría, sobre todo si tienes muchas. Para congelarlas del modo adecuado, sigue estos pasos al pie de la letra:
Paso 1: Lavar y secar las frambuesas.
Usa agua fría para lavar las frambuesas, para ello, puedes llenar un bol, sumergir las frambuesas ahí y revolverlas bien, frotándolas con cuidado con tus dedos para quitar toda la suciedad. Bota las frambuesas que se encuentren en mal estado.
También puedes colocar las frambuesas en un colador y lavarlas bajo el chorro del grifo. Escúrrelas bien antes de secarlas con una toalla limpia o con papel absorbente. Déjalas un par de minutos al aire libre para que se termine de secar, y remueve las hojas que puedan tener.
Paso 2: Realizar el primer congelamiento de las frambuesas.
Para que las frambuesas no se peguen entre ellas al congelarse, debes congelarlas primero del siguiente modo: espárcelas sobre una bandeja con papel pergamino o encerado, sin amontonarlas, y que estén separadas unas de otras.
Mete la bandeja al freezer y deja las frambuesas ahí por 3 o 4 horas, o hasta que estén completamente duras.
Paso 3: Pasar las frambuesas a una bolsa o recipiente resistente.
Mete las frambuesas congeladas en una bolsa o recipiente herméticos aptos para estar en el freezer.
Paso 4: Colocar la fecha de almacenamiento de las frambuesas.
Al poner la fecha de almacenamiento en los recipientes donde pusiste las frambuesas, tendrás un mejor control sobre ellas. Puedes anotar la fecha sobre el recipiente, colocarle una etiqueta o pegarle un poco de cinta y, sobre ella, escribir la fecha.
Paso 5: Guardar las frambuesas en el freezer.
Las frambuesas podrán estar 4 meses congeladas. [2]
Para descongelar las frambuesas, solo pasa una porción a la nevera una noche antes, ahí se mantendrán por un día más. Ten en cuenta que las frambuesas no se pueden volver a congelar.
Además, si congelas las frambuesas con azúcar durarán más. De cada medio kilo de frambuesas, utiliza 100 gramos de azúcar, revuelve con cuidado de no aplastarlas hasta que disolver el azúcar y se cree un almíbar.
Divide las frambuesas en azúcar en varias porciones, en recipientes resistentes. Así, las frambuesas bañadas en azúcar aguantarán de 8 a 12 meses dentro del freezer. [3]
Cómo deshidratar las frambuesas
Si te interesa mantener las frambuesas durante mucho tiempo, podrías deshidratarlas. Y para ello puedes usar frambuesas frescas o congeladas, aunque están últimas es preferible que alcancen la temperatura ambiente un poco antes de secarlas.
Paso 1: Lavar y secar las frambuesas.
Llena un tazón con agua fría, sumerge las frambuesas y revuélvelas bien, frotándolas cuidadosamente con tus dedos para remover la suciedad. Saca las frambuesas que se encuentren en mal estado y remueve las hojas.
Escúrrelas y déjalas un rato en el colador, luego ponlas sobre papel absorbente o una toalla limpia y termínalas de secar. Si vas a usar frambuesas congeladas, espera que se descongelen y alcancen la temperatura ambiente, para después secarlas del mismo modo que te acabo de describir.
Paso 2: Deshidratar las frambuesas.
Si cuentas con un deshidratador de alimentos, pon las frambuesas dentro de sus bandejas de manera uniforme y sin apilarlas o pegarlas mucho, ya que conviene dejar espacio entre ellas para que circule mejor el aire.
Ajusta la temperatura a 60°C y deshidrata de 18 a 36 horas, tardarán en secarse dependiendo de lo grande que estén las frambuesas.
Si quieres utilizar un horno convencional, precaliéntalo a la temperatura más baja que pueda, aproximadamente 90°C. Acomoda las frambuesas en una bandeja con papel pergamino, lámina antiadherente o de malla, dejando un poco de espacio entre ellas, y hornea de 3 a 8 horas.
Pasada la primera hora voltea las frambuesas, luego de haber transcurrido otra hora, regréselas a la posición inicial, y deberás comprobar cada hora hasta que estén listas. Ten cuidado de no quemar las frambuesas en el horno.
Para comprobar que las frambuesas se deshidrataron correctamente, espera hasta que se enfríen y luego apriétalas, si se deshacen y suenan como papel arrugado, ya están bien secas.
Paso 3: Pasar las frambuesas deshidratadas a recipientes herméticos.
Para almacenar las frambuesas deshidratadas a temperatura ambiente, te recomiendo usar frascos de vidrio con tapa hermética, pero las bolsas o recipientes de plástico y herméticos igual te servirán.
Solo espera hasta que se enfríen para ponerlas en los recipientes. En este punto podrías triturar las frambuesas deshidratadas, para preparar un polvo, y la forma de guardarla es la misma.
Si quieres triturar las frambuesas, hazlo en una licuadora, un procesador de alimentos o ponlas dentro de una bolsa hermética y aplástalas con un objeto pesado.
Paso 4: Escribir la fecha de preparación.
Puedes poner una etiqueta con la fecha, escribirla en el recipiente o bolsa, o sobre un pedazo de cinta que le hayas adherido.
Paso 5: Guardar la frambuesa deshidratada.
Si guardas la frambuesa deshidratada a temperatura ambiente, será capaz de aguantar todo un año, solo guárdala en un lugar fresco, oscuro y seco. O mete la frambuesa deshidratada en el freezer de 2 a 5 años, pero haz uso de recipientes resistentes.
Cómo conservar el jugo de frambuesa
Si preparas un rico jugo de frambuesa, puedes guardarlo en la nevera, en una jarra con tapa, alejado de alimentos con fuerte olor, y preferiblemente sin hielo, para que, de ese modo, el jugo de frambuesas pueda mantenerse 5 o 7 días en la heladera.
Otro método de almacenamiento disponible, consiste en congelar el jugo de frambuesas. Puedes verter el jugo en una bolsa hermética y sellarla bien, o en moldes para preparar cubos de hielo.
En ambos casos, realiza un primer congelamiento, para después pasarlos a una bolsa o envase más grande y que sean aptos para el freezer. El jugo de frambuesa se mantendrá de 8 a 12 meses en el congelador. Recuerda ponerle la fecha de almacenamiento.
Cómo conservar la salsa de frambuesa
Si tienes demasiadas frambuesas y no sabes qué hacer con ellas, podrías preparar una salsa o Coulis de frambuesa. Si tienes 500 gramos de frambuesas, solo requerirás de 200 gramos de azúcar, el jugo de un limón, 100 mililitros de agua y un poco de miel (opcional).
Paso 1: Lavar las frambuesas.
Coloca las frambuesas en un bol con agua fría para lavarlas. Frótalas con tus dedos cuidadosamente para removerles la suciedad que puedan tener encima.
Paso 2: Preparar el coulis de frambuesa.
En una olla echa el agua y el azúcar, enciende la cocina a fuego bajo y lleva a ebullición. Cuando se forme el almíbar, apaga el fuego y espera hasta que se enfríe por completo.
Ahora, en una licuadora echa las frambuesas, el jugo de limón, un chorrito de miel y el almíbar. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea y ligeramente espesa.
Paso 3: Pasar la salsa de frambuesa a unos recipientes.
Si vas a almacenar esta salsa en el refrigerador, te sugiero usar frascos de vidrio con tapa hermética o de rosca, previamente esterilizados (hiérvelos durante 10 minutos en agua). Pero si tienes planeado congelarla, haz uso de recipientes o bolsas resistentes.
Paso 4: Poner la fecha de preparación.
Pega un poco de cinta al frasco y encima escribe la fecha, o adhiere una etiqueta con la fecha de preparación.
Paso 5: Guardar el coulis de frambuesa.
Si pusiste el coulis de frambuesa dentro de la nevera, se conservará por 5 o 7 días. Pero si congelas la salsa de frambuesa, podrá estar congelada de 8 a 12 meses.
Cómo conservar la mermelada de frambuesa
Una de las alternativas para sacar provecho a las frambuesas, es realizar una mermelada con ellas, que además se puede conservar por una larga temporada.
Para esta preparación, necesitarás medio kilo de frambuesas, 350 gramos de azúcar y el jugo de medio limón.
Paso 1: Lavar las frambuesas.
Pon las frambuesas dentro de un bol con agua fría para lavarlas, o colócalas en el colador y límpialas bajo el agua del grifo.
Paso 2: Guardar un plato de vidrio en el freezer.
Antes de preparar la mermelada de frambuesas, pon un plato de vidrio grueso al freezer, esto te ayudará a comprobar el estado de la mermelada más adelante.
Paso 3: Preparar la mermelada de frambuesas.
En una olla echa las frambuesas, el azúcar y el zumo de limón o lima. Enciende la estufa a fuego bajo y cocina por 10 minutos, removiendo constantemente con una cuchara de madera.
En este punto, las frambuesas deben haber soltado una buena cantidad de líquidos, así que aplástalas con un tenedor o machacador. Cocina por otros 30 o 40 minutos a fuego bajo y apaga la cocina.
Paso 4: Probar la mermelada de frambuesas.
Saca el plato que habías guardado en el freezer, échale una cucharada de la mermelada encima y ponlo en la nevera por tres minutos. Vuelve a sacar el plato y sabrás que la mermelada está lista si al pasarle un dedo a la mezcla, se arruga.
De no ser así, cocina por otros 5 minutos. En este punto, si te gusta la mermelada con una textura más fina, podrías licuarla.
Paso 5: Pasar la mermelada de frambuesas a los recipientes.
Una vez que esté lista la mermelada de frambuesa, viértela en frascos de vidrio que tengan tapa de rosca o hermética, y que hayan sido esterilizados previamente (hervir en agua por 10 minutos). En este punto los frascos tienen que estar secos.
Paso 6: Sellar al vacío la mermelada de frambuesas.
En una cacerola alta y de fondo grueso, mete una rejilla o un trapo de cocina limpio al fondo de la misma, y encima pon los frascos de mermelada, pero que estén lo suficientemente separados para que no choquen entre sí.
Añade agua a la olla hasta cubrir, o casi cubrir, los frascos, enciende la estufa con el fuego al máximo y cuando comience a hervir, baja la intensidad y deja cocer por 20 o 30 minutos más. Así todo el aire saldrá de los frascos.
Apaga la estufa y espera hasta que el agua temple antes de sacar los frascos con unas pinzas. Deja reposar los frascos con la mermelada en un lugar lejos de la luz del sol por 6 o 12 horas.
Paso 7: Anotar la fecha de preparación.
Pega un trozo de cinta al frasco de la mermelada y encima pon la fecha, o pégale una etiqueta.
Paso 8: Guardar la mermelada de frambuesas.
Si el clima no supera los 25°C,puedes guardarel frasco sellado con mermelada de frambuesa de 10 a 12 mesesa temperatura ambiente, pero después de abrirlo solo se mantendrá entre 3 o 4 meses. Recuerda poner los frascos en un sitio seco, fresco y oscuro.
Si la temperatura sobrepasa los 25°C, entonces pon la mermelada de frambuesa en la nevera, aguantará de 12 a 18 meses si el frasco permanece sellado o 6 meses cuando se haya destapado.
También podrías congelar la mermelada de frambuesas, pero para ello tienes que emplear envases o bolsas herméticas aptas para estar en el freezer, además no hará falta el paso de sellado al vacío. La mermelada de frambuesas puede estar en el freezer 2 o 5 años.
Cómo conservar el licor de frambuesas casero
Con las frambuesas también se puede preparar un exquisito licor casero, y a pesar de que no es una receta rápida, ya que requiere tiempo para que el alcohol y las frambuesas se combinen, vale la pena intentarlo.
Para preparar este licor necesitarás de 125 gramos de frambuesas, medio litro de vodka o aguardiente, 125 gramos de azúcar, 65 mililitros de agua, y de manera opcional una rama de canela y la cáscara de un limón.
Paso 1: Lavar las frambuesas.
Lava las frambuesas echándolas en un tazón con agua fría y revuélvelas bien o lávalas bajo el agua del grifo. Después, escúrrelas, quítales las hojas y remueve las que se encuentren en mal estado.
Paso 2: Macerar las frambuesas
Mete las frambuesas en un recipiente, preferentemente de vidrio, y añade el licor, la canela y la cáscara de limón. Tapa bien el recipiente. Colócalo en un sitio seco, oscuro y fresco, con una temperatura inferior a los 15°C. Macera durante 3 o 4 semanas, y de vez en cuando gira el frasco, sin agitarlo o abrirlo.
Paso 3: Preparar el almíbar.
Finalizado el tiempo de maceración, realiza el almíbar con el agua y el azúcar. Solo tienes que cocerlo a fuego medio bajo, hasta que el azúcar se disuelva y se tenga un almíbar espeso.
Paso 4: Colar el macerado de frambuesas.
Cuela el macerado de frambuesas dos veces: la primera con un colador para retener las bayas, luego vuelve a colar el líquido, pero está vez usando una tela especial para ello.
Paso 5: Mezclar el almíbar con el macerado de frambuesas.
Cuando el almíbar se enfríe, mézclalo con el macerado de frambuesas.
Paso 6: Transferir el licor de frambuesas a una botella de vidrio.
Puedes utilizar botellas o frascos de vidrio con tapas de rosca, herméticas o de corchos, que hayan sido esterilizadas con anterioridad. Tapa bien y deja reposar 1 o 2 días antes de empezar a tomarlo.
Paso 7: Anotar fecha de almacenamiento.
Ponle una etiqueta a la botella o frasco con la fecha o pégale algo de cinta y, sobre ella, escribe la fecha.
Paso 8: Guardar el licor de frambuesas.
Los licores artesanales deben conservarse entre los 4°C y 12°C de temperatura. Para almacenar esta bebida a temperatura ambiente, debes ponerla en un lugar fresco, seco y oscuro.
Si estás usando una botella como recipiente, debes mantenerla siempre en vertical, así, el licor de frambuesas podrá mantenerse entre 1 o 2 meses a temperatura ambientey de 3 a 4 meses en la nevera.
¿Cómo saber si las frambuesas se pusieron malas?
Si las frambuesas se encuentran muy aguadas, muy probablemente es porque se pudrieron, así que, si las frambuesas se desbaratas apenas las tomas, deshazte de ellas.
En caso de que las frambuesas tengan un olor raro y/o saben mal, es señal de que se echaron a perder y no debes comerlas.
Tampoco es buena idea comer frambuesas con manchas o pelusas entre blancas y negras, porque eso indica que desarrollaron moho y ya están completamente contaminadas.
¿Cuánto duran las frambuesas?
Las frambuesas, al igual que otros frutos del bosque, no duran demasiado a menos que se congelen, pero te dejaré un resumen de ello a continuación.
Producto
Duración
Frambuesa fresca refrigerada
2 – 3 días
Frambuesa fresca congelada
4 meses
Frambuesa con azúcar congelada
8 – 12 meses
Frambuesa deshidratada a temperatura ambiente
1 año
Jugo de frambuesa refrigerado
5 – 7 días
Jugo de frambuesa congelado
8 – 12 meses
Salsa de frambuesa refrigerada
5 – 7 días
Salsa de frambuesas congelada
8 – 12 meses
Frasco sellado con mermelada de frambuesas a temperatura ambiente
10 – 12 meses
Frasco abierto con mermelada de frambuesas a temperatura ambiente
3 – 4 meses
Frasco sellado con mermelada de frambuesas y refrigerado
12 – 18 meses
Frasco con mermelada de frambuesas abierto y refrigerado
6 meses
Mermelada de frambuesas congelada
2 – 5 años
Licor de frambuesa a temperatura ambiente
1 – 2 meses
Licor de frambuesa refrigerado
3 – 4 meses
¿Cuál es la mejor forma de conservar las frambuesas?
Con todo lo que se ha mencionado, considero que la mejor manera de conservar las frambuesas frescas consiste en congelarlas, ya que se mantendrán por mucho tiempo, sobre todo si las mezclas con azúcar.
También puedes guardar las frambuesas en la nevera, pero solo por pocos días. El jugo y la salsa de frambuesas se mantienen un poco más de tiempo refrigeradas que las frambuesas frescas debido al azúcar, y si las congelas te durarán muchísimo más tiempo.
Otra opción de almacenamiento muy interesante consiste en deshidratar las frambuesas, y de este modo podrás preservarlas bastante tiempo a temperatura ambiente.
También podrías preparar una mermelada con las frambuesas y de esta manera conservarlas por una larga temporada, en especial si la mantienes en frío, como en la nevera o el freezer.
El licor de frambuesas se mantiene por varios meses a temperatura ambiente o en la neveragracias al alcohol, pero no se debe congelar o perdería su sabor más rápido.
Si quieres aprender a conservar otros frutos del bosque, acá tienes a tu disposición una vasta cantidad de temas sobre cómo conservar alimentos y productos, además, actualizamos la información y añadimos nuevas publicaciones regularmente.
Las sardinas son unos peces de pequeño tamaño, aunque hay algunas razas que pueden llegar a alcanzar los 25 centímetros, y que forman parte de la gastronomía de casi todos los países, pero, ¿cómo se conservan las sardinas?
Las sardinas frescas, al igual que otros pescados, se deben mantener en frío, por lo que puedes conservarlas en la nevera por 1 o 2 días, o congelarlas de 2 a 3 meses.
Si quieres conocer cómo conservar las sardinas adecuadamente, solo prosigue con la lectura.
Cómo conservar sardinas frescas en la nevera
Lo primero que tienes que aprender es cómo elegir las sardinas, para así comprobar su nivel de frescura y determinar si vale la pena o no guardarlas en la nevera.
Si las sardinas presentan una piel brillante y mantienen su elasticidad, es decir, que su piel regresa a su forma original luego de haberle hundido un dedo, la sardina está fresca. Además, si sus ojos están abultados y limpios, también es indicio de que están frescas.
Aparte, es importante no romper la cadena de frío, por lo que compra las sardinas frescas en última instancia. Puedes pedirle al vendedor que, en la bolsa con las sardinas, le ponga unos trozos de hielo o te puedes llevar una hielera para ponerlas ahí de camino a tu casa.
Ahora que te aseguraste de que las sardinas están frescas, puedes almacenarlas de la siguiente forma:
Paso 1: Limpiar las sardinas.
Esto es lo primero que debes hacer con los pescados frescos antes de guardarlos: descámalos y quítales la cabeza, cola y tripas. Asegúrate de deshacerte de las espinas que tienen en el centro.
Después lava las sardinas con agua y limón. Escúrrelas y sécalas un poco con papel absorbente, de esa manera eliminarás el excedente de humedad.
Paso 2: Colocar las sardinas en una bolsa hermética.
Pon las sardinas dentro de una bolsa hermética y antes de sellarla, intenta sacarle todo el aire primero. Si tienes un equipo para sellar la bolsa al vacío, utilízalo. De esta forma, tu nevera no olerá a pescado.
Paso 3: Poner las sardinas en un recipiente con hielo.
En un recipiente coloca una capa de hielo, encima pon las sardinas y después cúbrelas con más hielo. Puedes tapar el recipiente o cubrirlo con plástico para envolver.
Paso 4: Guardar las sardinas en la nevera.
Coloca el recipiente en el área más fría de la nevera, apartado de alimentos que absorban los olores fácilmente. Así, las sardinas podrán estar refrigeradas por 1 o 2 días.[1]
Cómo congelar las sardinas
¿Se pueden congelar las sardinas? En caso de haber comprado sardinas frescas, pero no tienes la intención de comerlas pronto, almacenarlas en el freezer es tu mejor opción.
Paso 1: Limpiar las sardinas.
Primero quítales las escamas y luego córtales la cabeza y cola, saca las tripas y las espinas centrales. Después procede a lavar las sardinas con agua y limón, escúrrelas y sécalas con papel absorbente, de lo contrario, debido al excedente de humedad, se formarán demasiados cristales de hielo que arruinarán la consistencia de las sardinas.
Paso 2: Envolver las sardinas.
Envuelve las sardinas con film transparente y añade otra capa de papel aluminio, de esa forma, prevendrás las quemaduras causadas por el congelamiento. Puedes envolver varias piezas de sardinas al mismo tiempo, solo colócalos uno al lado del otro, sin amontonarlos.
Paso 3: Embolsar las sardinas.
Mete las sardinas envueltas dentro de una bolsa o envase herméticos resistentes al congelador.
Paso 4: Escribir la fecha de almacenamiento de las sardinas.
Coloca la fecha de almacenamiento de las sardinas sobre la bolsa o recipiente, y si no los quieres rayar, pégale una etiqueta o ponle un poco de cinta y encima escribes la fecha.
Paso 5: Guardar las sardinas en el freezer.
De esta forma, las sardinas se mantendrán congeladas de 2 a 3 meses.[2]
Cuando necesites descongelarlas, transfiérelas a la nevera una noche antes, donde aguantarán 24 horas más.
También podrías descongelar las sardinas, dentro de un tazón agua fría por 30 o 40 minutos, o cocinarlas directamente congeladas. Pero ten en mente que las sardinas no se pueden volver a congelar.
Cómo conservar las sardinas cocidas
En caso de que te hayan sobrado algunas sardinas que cocinaste, puedes conservarlas en la nevera o en el freezer, de la siguiente manera.
Paso 1: Esperar que las sardinas se enfríen.
Deja las sardinas a temperatura ambiente hasta que se enfríen por completo, pero no dejes que pasen más de dos horas. Si las freíste, ponlas sobre papel absorbente para eliminar el aceite excedente.
Paso 2: Colocar las sardinas en un recipiente hermético.
Pon las sardinas dentro de un recipiente hermético, en caso de haberlas freído, te convendrá forrar internamente el recipiente con papel absorbente, después tápalo bien.
Si quieres congelar las sardinas cocidas, también podrías hacer uso de bolsas herméticas, pero, en cualquier caso, tienes que ser resistentes al congelador.
Paso 3: Anotar la fecha de preparación de las sardinas.
Este paso solo aplícalo en caso de que vayas a congelar las sardinas. Puedes colocarle una etiqueta al recipiente, que tenga la fecha de preparación de las sardinas, o puedes pegarle un poco de cinta y encima escribir la fecha.
Paso 4: Guardar las sardinas cocidas en la nevera o freezer.
Coloca las sardinas cocidas en la parte más fría de la nevera para que así se puedan mantener por 3 o 4 días. En cambio, si guardas las sardinas cocidas en el freezer se conservarán por 3 o 4 meses.
Para recalentar las sardinas, ponlas en el horno a 200°C durante 5 o 10 minutos. También puedes usar una freidora de aire durante 5 minutos, o el microondas, en tandas de 30 segundos, a potencia media hasta que se caliente por completo.
Si quieres descongelar las sardinas cocidas, pásalas un día antes a la nevera, aunque las puedes recalentar directamente congeladas, solo tomará unos minutos más.
Cómo conservar las sardinas en aceite
Una de las opciones que mejora el sabor de las sardinas y que además ayuda a prolongar su tiempo de vida útil, consiste en preparar una conserva con ellas.
Para esta receta necesitarás 500 gramos de filetes de sardinas, 250 mililitros de aceite (preferentemente, aceite de oliva), 3 o 4 dientes de ajo, una cebolla, hojas de laurel, rodajas de limón, granos de pimienta y sal.
Paso 1: Limpiar y cortar las sardinas.
Empieza cortándole la cabeza y la cola a las sardinas, luego pícala a la mitad y remueve las vísceras y espinas, dejando una especie de filete. Lávalos con abundante agua.
Paso 2: Cocer las sardinas en aceite.
Primero, espolvorea los filetes de sardinas con un poco de sal. Después, ponlas en una olla o sartén, junto con la cebolla cortada en julianas, los dientes de ajo machacados, tres hojas de laurel y diez granos de pimienta.
Cubre todos los ingredientes con aceite, enciende la estufa a nivel medio bajo y deja cocer por 5 u 8 minutos. La idea no es freírlas sino cocerlas un poco, cuando empiecen a salir burbujas, apaga el fuego.
Paso 3: Pasar las sardinas a tarros de vidrio.
Espera a que las sardinas se enfríen, antes de pasarlas a unos frascos o tarros de vidrio con tapa hermética o de rosca (estos recipientes deben haber sido esterilizados con anterioridad durante 10 minutos en agua hirviendo).
No llenes por completo, deja libre entre uno o un centímetro y medio. Echa las sardinas con todo y especias, para que le sigan aportando sabor. Limpia la boquilla del frasco antes de cerrar bien.
Paso 4: Sellar al vacío las sardinas en conserva.
En una olla alta y de fondo grueso, pon al fondo una rejilla o trapo de cocina limpio, encima coloca los frascos con la sardina lo suficientemente separados para que no choquen entre sí.
Añade agua, puedes cubrir los frascos o no, luego enciende la cocina al máximo y cuando empiece a hervir, baja la intensidad y deja cocer por 20 o 30 minutos más. Debido a la presión, los frascos se sellarán al vacío.
Apaga la cocina y espera que el agua se enfríe un poco antes de sacar los tarros con unas pinzas. Deja los frascos con las sardinas en conserva en un lugar donde no le pegue el sol por 6 horas.
Paso 5: Escribir la fecha de preparación.
Pégale un trozo de cinta al frasco y encima escribe la fecha de preparación, o ponle una etiqueta.
Paso 6: Guardar las sardinas en conserva.
Lo ideal será mantener las sardinas en conserva en la nevera, en una parte fresca, pero no muy fría. De ese modo, las sardinas en aceite pueden llegar a durar entre 8 o 12 meses refrigeradas, si el frasco permanece sellado.
Una vez que destapes el frasco,las sardinas en conserva se mantendrán en buen estado solo por 3 o 4 días dentro de la nevera. Si te saltas el paso del sellado al vacío, las sardinas en conserva se podrán estar en la heladera durante 2 o 3 semanas.
Cómo conservar las sardinas en escabeche
Otra receta increíble que da sabor y alarga el tiempo de conservación de las sardinas es el escabeche. Para 500 gramos de filetes de sardinas, necesitarás varios dientes de ajo, 4 hojas de laurel, una ramita de tomillo, pimentón dulce en polvo, 100 mililitros de vinagre de jerez, aceite, harina y sal.
Paso 1: Limpiar y cortar las sardinas.
Para obtener los filetes de las sardinas, córtales la cabeza y la cola, pícalas a la mitad y remueve las vísceras y espinas. Luego, lávalas con agua.
Paso 2: Freír las sardinas.
Espolvorea los filetes de sardinas con un poco de sal, luego enharínalas un poco. Mientras tanto, echa un chorro de aceite a una sartén y caliéntalo a fuego medio. Dora las sardinas por ambos lados durante 3 minutos.
Pon las sardinas fritas sobre una rejilla o papel absorbente y espera hasta que se enfríen.
Paso 3: Preparar la vinagreta.
En otra olla echa una taza de aceite, los dientes de ajo picados a la mitad, las hojas de laurel y el tomillo. Enciende la cocina, a fuego bajo, y deja cocer durante 10 minutos.
Después de ese tiempo, añade el vinagre y medio vaso de agua, tapa la olla y sigue cocinando a fuego bajo por media hora más. Añade el pimentón dulce, remueve y echa las sardinas. Sigue cociendo por otros 10 minutos.
Paso 4: Pasar las sardinas en escabeches a frascos de vidrio.
Cuando las sardinas en escabeche se enfríen, pásalas a unos frascos o tarros de vidrio con tapa hermética o de rosca, estos debieron haber sido esterilizados anteriormente por 10 minutos en agua hirviendo.
No llenes los frascos por completo, deja libre entre uno o un centímetro y medio. Echa las sardinas con todo y especias, para que le sigan aportando sabor. Limpia bien el frasco antes de cerrar.
Paso 4: Sellar al vacío las sardinas en conserva.
Para que te duren un poco más, tienes que sellar los frascos al vacío del siguiente modo: pon una rejilla o trapo de cocina limpio al fondo de una olla alta de fondo grueso, acomoda los frascos con la sardina en escabeche encima, pero cuidando que queden lo suficientemente separados para evitar que choquen entre sí.
Agrega agua, puedes cubrir los frascos o no con ella. Enciende la cocina al máximo y cuando rompa el hervor, baja la intensidad y hierve por 20 o 30 minutos más. Debido a la presión, los frascos se sellarán, expulsando todo el aire interno.
Apaga la cocina, espera que el agua se enfríe un poco antes de sacar los tarros con unas pinzas. Deja los frascos en un sitio donde no le pegue el sol por 6 horas.
Paso 5: Escribir la fecha de preparación.
Colócale una etiqueta al frasco o pégale un trozo de cinta y ahí le escribes la fecha con un marcador.
Paso 5: Guardar las sardinas en vinagre.
Si mantienes sellado el frasco con las sardinas en escabeche en el área más fría de la heladera se conservarán por 10 o 12 meses, pero después que destapes el frasco solo aguantarán unos 3 o 4 días en la nevera.
Cómo conservar las sardinas en lata
Para muchas personas resulta más común, y hasta conveniente, comprar sardinas en latas, ya que no viven cerca del mar, o simplemente no les gusta limpiarlos o resulta más barato.
La manera de conservar las latas de sardinas es sencilla, solo tienes que poner la lata en un sitio oscuro y fresco, que puede ser en un lugar de tu despensa o hasta en la nevera.
Mientras la lata de sardinas permanezca sellada podrá estar a temperatura ambiente o refrigerada hasta lo que indique la fecha de vencimiento, que puede ser de 3 a 5 años.
Una vez que hayas destapado la lata, pasa la sardina a un recipiente hermético (si es de vidrio mejor) y colócala en la zona más fría del refrigerador, así las sardinas de lata se mantendrán por 3 o 4 días en la nevera.[3]
También tienes la opción de congelar las sardinas enlatadas, después de sacarlas de la lata, claro está. Solo ponlas dentro de una bolsa o recipiente resistente, escríbele la fecha de almacenamiento y métela en el freezer, de esta forma, las sardinas de lata podrán estar congeladas durante 2 meses.
¿Cómo saber si las sardinas se pusieron malas?
Cuando las sardinas se pongan malas, presentarán alguno de estos signos:
Moho: si a las sardinas les aparecen unas pelusas o manchas blancas, azules, verdes u oscuras, es porque desarrollaron moho, por tanto, su carne estará contaminada y no será segura comerlas.
Mal sabor: si la sardina que almacenaste tiene un sabor malo o raro, escúpelo y no la sigas comiendo, tírala a la basura en su lugar o podrías acabar intoxicado.
Mal olor: si la sardina empieza a oler a podrido, se echó a perder y deberás desecharlas inmediatamente
¿Cuánto duran las sardinas?
Producto
Duración
Sardinas frescas refrigeradas
1 – 2 días
Sardinas frescas congeladas
2 – 3 meses
Sardinas cocidas refrigeradas
3 – 4 días
Sardinas cocidas congeladas
3 – 4 meses
Frasco sellado de sardinas en aceite refrigerado
8 – 12 meses
Frasco abierto de sardinas en aceite refrigerado
3 – 4 días
Sardinas en aceite refrigerado (sin sellar al vacío) refrigeradas
2 – 3 semanas
Frasco sellado de sardinas en escabeche refrigerado
10 – 12 meses
Frasco abierto de sardinas en escabeche refrigerado
3 – 4 días
Lata de sardinas selladas (a temperatura ambiente o refrigeradas)
Hasta la fecha de vencimiento (3 – 5 años)
Sardinas enlatadas (después de abierto) refrigeradas
3 – 4 días
Sardinas enlatadas (después de abierto) congeladas
2 meses
¿Cuál es la mejor forma de conservar sardinas?
Las sardinas frescas se conservan mejor en el freezer, por el simple hecho de que las mantiene durante más tiempo que en la nevera.
Las sardinas cocidas es mejor mantenerlas en la nevera, porque en el freezer corren el riesgo de perder su sabor cuanto más tiempo pasen congeladas, además de que su textura suele cambiar un poco al recalentarlas.
Las sardinas en conserva o en escabeche, si las sellas al vacío, podrán durar mucho tiempo, además de que le añades mucho sabor, y de estas existen diferentes versiones que se adaptan a los gustos de cada quien.
Las latas de sardinas mientras se mantengan selladas podrán estar a temperatura ambiente durante mucho tiempo, igualmente si las conservas en la nevera, pero una vez que las destapes no durarán mucho a menos que la congeles.
Para aprender a almacenar otro tipo de pescado o alimento del mar, puedes comprobar en este sitio, ya que contamos con una larga lista de temas sobre conservación de alimentos que te pueden ser de mucha utilidad. Además, regularmente actualizamos la información y agregamos nuevos temas.
Las pasas o pasitas es el nombre que reciben las uvas luego de ser deshidratadas, y se utilizan para varias recetas, dulces o saladas, aunque también se pueden comer solas, pero, ¿cómo se conservan las pasas?
A pesar de que las pasas son un producto deshidratado, aún conservan un poco de humedad, por lo que si el empaque está sellado pueden durar un año a temperatura ambiente, o 6 meses puedes de haberlo destapado.
Para conocer cómo conservar pasas adecuadamente, solo tienes que seguir con la lectura.
Cómo conservar las pasas de venta comercial
Las pasas o uvas pasas son uno de los productos más fáciles de adquirir, ya que se encuentran en cualquier tienda de comida. Además, almacenar los paquetes de pasas sellados resulta sumamente sencillo.
Solo debes guardar las pasas en un lugar fresco, libre de humedad y que se mantenga oscuro. De ese modo, las pasas se pueden mantener hasta lo que indique la fecha de vencimiento, no obstante, se recomienda consumirlos un año después de la compra. [1]
Una vez que hayas destapado el empaque donde vinieron, te aconsejo pasarlas a uno recipientes herméticos, mejor si están hechos de vidrio. Pero si los quieres refrigerar, primero pon las pasas dentro de bolsas herméticas y luego ponlas en los envases de vidrio, así evitas que las pasas puedan absorber la humedad a su alrededor.
De esta forma, las pasas pueden llegar a durar 6 meses a temperatura ambiente o de 10 a 12 meses refrigerada. Si quieres saber cómo congelar las pasas, solo mételas en envases o bolsas resistentes y herméticos, para que las pasas se conserven por 2 o 5 años.
No te olvides de colocar la fecha de almacenamiento para tener un control de las pasas y saber cuándo están próximas a “vencerse”.
Cómo conservar las pasas deshidratadas en casa
En caso de que quieras preparar algunas uvas pasas caseras, solo debes seguir mis indicaciones:
Paso 1: Lavar las uvas.
Echa las uvas sobre un colador y lávalas bajo el agua del grifo, frotando bien su piel, o puedes lavarlas poniéndolas en un tazón con agua. En este punto debes deshacerte de los tallos, hojas y uvas podridas.
Paso 2: Blanquear o cortar las uvas.
Antes de deshidratar las uvas, primero debes cortar su piel, así que puedes hacerle algunos agujeros, cortarla un poco por debajo o picarlas a la mitad si son muy grandes.
Aunque también podrías blanquearlas, siguiendo el ejemplo de los arándanos. Solo tienes que dejar las uvas durante 30 segundos en agua hirviendo o hasta que su piel se agriete, entonces procede a sacarlas y a echarlas de inmediato en un bol con agua fría y cubos de hielo para cortar la cocción.
Deja las uvas 30 segundos en el agua fría, después cuélalas y sécalas con un papel absorbente o una toalla limpia.
Paso 3: Deshidratar las uvas.
Puedes deshidratar las uvas de dos maneras, usando tu horno convencional, o un deshidratador de alimentos. Si te vas por la primera opción, en una bandeja con papel pergamino o lámina antiadherente o de rejilla, acomoda las uvas una al lado de la otra.
Precalienta el horno a la temperatura más baja (por lo general, esa temperatura se ubica entre los 90°C o 110°C), luego mete la bandeja y hornea por 4 o 5 horas, pero debes estar pendiente para no acabar quemándolas.
Si tienes un deshidratador de alimentos, pon las uvas en sus bandejas internas una al lado de la otra, dejando algo de espacio entre ellas para que el aire circule mejor. Ajústalo a 50°C y deshidrata de 24 a 48 horas, dependiendo de lo grande que sean las uvas.
Las uvas se habrán deshidratado correctamente cuando reduzcan su tamaño y se pongan arrugadas y un poco duras.
Paso 4: Embolsar o envasar las pasas caseras.
Primero aguarda hasta que las pasas estén frías, para después proceder a guardarlas en envases o bolsas herméticos, pero si lo vas a guardar a temperatura ambiente o en la nevera, te aconsejo usar frascos hechos de vidrio.
No te conviene poner las pasas muy apretadas en un recipiente, ya que podrían pegarse, lo mejor será no llenar por completo los envases o bolsas para que las pasas queden algo sueltas.
Paso 5: Escribir la fecha de deshidratación de las pasas.
Escribe el nombre del producto “pasitas”, junto a la fecha de preparación, así sabrás cuánto tiempo llevan exactamente almacenadas. Puedes ponerla directamente en la bolsa o envase, pegarle una etiqueta o escribirla sobre un pedazo de cinta que le hayas pegado al recipiente.
Paso 6: Guardar las pasas caseras.
Puedes guardar las pasitas en un sitio oscuro, donde no le pegue el calor de manera directa y que esté libre de humedad. De este modo, las uvas pasas se podrían mantener por 3 o 6 meses a temperatura ambiente.[1]
Si vives en un lugar muy caluroso y húmedo, entonces lo mejor será conservar las pasitas en la nevera, para ello te recomiendo ponerlas primero en bolsas herméticas y luego en los envases herméticos, así las pasas caseras podrán estar entre 8 y 12 meses refrigeradas.
También podrías congelar las pasitas, solo asegúrate de usar una bolsa o envase que sean aptos para congelar, las pasitas podrán estar congeladas por 18 o 24 meses.
Las pasas caseras suelen durar menos tiempo que las pasas deshidratadas de manera industrial, ya que a estas últimas se le añaden conservantes para extender su tiempo de vida útil.
¿Cuánto duran las pasas?
Las pasas duran mucho tiempo, ya que son un alimento deshidratado. Abajo te pondré un resumen de su tiempo de conservación.
Producto
Duración
Empaque sellado de pasas a temperatura ambiente
Hasta la fecha de vencimiento
Empaque abierto de pasas a temperatura ambiente
6 meses
Empaque abierto de pasas refrigerada
10 – 12 meses
Empaque abierto de pasas congeladas
2 – 5 años
Pasas caseras a temperatura ambiente
3 – 6 meses
Pasas caseras refrigeradas
8 – 12 meses
Pasas caseras congeladas
18 – 24 meses
¿Cómo saber si las pasas se pusieron malas?
Si a las pasitas le salen moho, es decir, le aparecen unas manchas o pelusas blancas o negras encima, se habrán contaminado y no las debes comer o podrías acabar enfermo.
Las pasas se habrán puesto malas cuando se pongan muy húmedas y viscosas, y hasta aguadas, probablemente porque hayan sido almacenadas de forma incorrecta o se venció su tiempo de vida y se pudrieron.
Finalmente, si las uvas pasas tienen mal sabor o huelen mal, como a fruta podrida, es porque ya se pusieron malas, así no las comas y en su lugar tíralas a la basura.
¿Cuál es la mejor manera de conservar pasas?
Tanto las pasas de venta comercial como las que fueron deshidratadas de forma casera se conservan mejor dentro de la nevera, debido a que, a diferencia de otros alimentos deshidratados, siguen conservando un poco de humedad, por lo que el entorno frío del refrigerador les viene bien.
Sin embargo, las pasas pueden durar mucho tiempo a temperatura ambiente, solo tienes que tener cuidado en climas muy calurosos y húmedos, pues estos factores aceleran su descomposición.
También podrías congelar las uvas pasas, para un almacenamiento muy prolongado, pero ten en mente que cuanto más tiempo pasen congeladas, irán perdiendo sabor, sobre todo las pasas caseras.
Si te interesa saber cómo preservar algún otro producto, en este sitio puedes hallar esta clase de información. Constantemente agregamos nuevos temas y actualizamos la información.
Las algas son plantas submarinas de diferentes tipos, por consiguiente, algunas variedades son aptas para el consumo humano, llegando a formar parte de la gastronomía típica de varios países, pero, ¿cómo se conservan las algas?
Las algas frescas debes almacenarlas en la heladera de 3 a 4 días, o congelarlas de 6 a 12 meses. Sin embargo, resulta mucho más común encontrar algas secas que se pueden mantener a temperatura ambiente por 3 o 5 años si el empaque está sellado.
En caso de que quieras conocer cómo conservar las algas detalladamente, solo sigue leyendo.
Cómo conservar algas frescas en la nevera
No es común encontrar algas frescas, a no ser que sea un producto típico de la gastronomía de tu país, por lo si te preguntas cómo se almacenan las algas, sigue estos consejos que te doy a continuación:
Paso 1: Lavar las algas varias veces.
Sí adquiriste algas “recién cosechadas”, entonces tendrás que lavarlas varias veces, mínimo tres, para deshacerte de cualquier rastro de arena, piedras y salinidad.
Sumerge las algas en agua limpia (potable, filtrada o mineral) en un bote o tazón, sacudiéndolas y removiéndolas, luego cuela y repite el proceso con agua limpia. Si compraste las algas frescas en el supermercado, solo necesitarás lavarlas una vez.
Como las algas retienen demasiada humedad, luego de colarlas, déjalas un largo rato en el colador, puedes exprimirlas un poco, y si tienes una taza de centrifugado será mucho mejor, ya que no tendrías que esperar tanto.
Paso 3: Poner las algas en un recipiente hermético.
Ahora coloca las algas dentro de un recipiente hermético, pero también podrías hacer uso de una bolsa hermética.
Paso 4: Guardar las algas en la nevera.
Pon las algas en una zona fresca, no muy fría, de este modo, las algas podrán estar entre 3 y 4 días refrigeradas. [1]
En caso de que se hayan sobrado un poco de algas cocidas, espera hasta que se enfríen antes de ponerlas en un recipiente hermético. Las algas cocidas pueden estar de 4 a 5 días en la nevera.
Cómo congelar las algas
¿Se pueden congelar las algas? Sí, las algas se pueden congelar, pero tienes que blanquearlas primero, de lo contrario, se desbaratarán al descongelarse.
Esto se debe principalmente a la gran cantidad de agua que retienen estas plantas y que al final acaba convirtiéndose en cristales de hielo que rompen su estructura.
Así que, si quieres congelar del modo correcto las algas, haz lo siguiente:
Paso 1: Lavar las algas.
Si no has lavado las algas, entonces deberás sumergirlas en un bote o tazón grande con agua limpia, removerlas y agitarlas bien. Si están recién cosechadas, deberás realizar este procedimiento, mínimo, 3 veces, pero si fueron compradas en una tienda de comida, bastará con lavarlas una vez.
Paso 2: Blanquear las algas.
Lleva una olla con agua al fuego, cuando rompa a hervir, añade las algas y cocina por 1 o 2 minutos, después, sácalas y mételas en un tazón con agua fría y algunos cubos de hielo para cortar la cocción. Espera un minuto antes de colar.
Paso 3: Secar las algas.
Antes de poner a congelar las algas, debes asegurarte de secarlas bien para que el exceso de humedad no las perjudique. Para ello, extiéndelas sobre papel absorbente o una toalla limpia.
Paso 4: Congelar las algas por varias horas.
Después de secar las algas, extiéndelas sobre una placa o bandeja, que debe tener una lámina antiadherente o papel encerado encima. Mete la bandeja al freezer por 4 horas o hasta que las algas estén bien congeladas.
Paso 5: Colocar las algas en envases resistentes.
Puedes meter las algas congeladas en bolsas o envases resistentes al freezer. Cualquiera de estos recipientes debe ser hermético. Como las algas ya han sido congeladas previamente, no se pegarán.
Paso 6: Escribir la fecha de almacenamiento de las algas.
De esta forma, podrás mantener un mejor control sobre las algas y tener una idea de su tiempo de vida útil. Puedes anotar la fecha directamente sobre la bolsa o envase, o pegarle una etiqueta.
Otro modo sería poner cinta sobre el recipiente, y usando un marcador de tinta indeleble, poner la fecha de almacenamiento.
Paso 7: Guardar las algas en el freezer.
Si seguiste todas las indicaciones, las algas podrán estar de 6 a 12 meses en el congelador, el tiempo de duración dependerá mucho del tipo de algas, mientras más blandas sean, menos tiempo deberán permanecer congeladas.
Si quieres descongelar las algas, puedes dejarlas 40 minutos a temperatura ambiente o podrías pasarlas un día antes a la nevera, de hecho, las algas descongeladas en el refrigerador podrán mantenerse ahí por 1 o 2 días más, ya que, si las descongelaste a temperatura ambiente, tendrás que consumirlas el mismo día.
Para recalentar las algas, te aconsejo dejarlas unos minutos al vapor, en la sartén o hervirlas.
Cómo deshidratar las algas
Para muchos, una de las mejores maneras de preservar las algas, consiste en deshidratarlas, pues de ese modo, serán capaces de retener mejor sus nutrientes, e incluso un poco de su consistencia, ya que se pueden volver a hidratar.
Para deshidratar las algas en casa, solo tienes que seguir estos pasos:
Paso 1: Lavar las algas.
En un bote o tazón grande, lleno de agua limpia, sumerge las algas y remuévelas y agítalas para lavarlas correctamente. Si están recién cosechadas, tendrás que lavarlo un mínimo de 3 veces, cambiando el agua cada vez, pero si fueron compradas en el súper, solo tendrás que hacerlo una vez.
Paso 2: Colar las algas.
Después de lavar las algas, cuélalas. Exprímelas un poco en el colador y déjalas un buen rato ahí para que escurran el excedente de agua, pero si tienes un tazón de centrifugado úsalo. Puedes secarlas al final con una toalla limpia y seca o papel absorbente.
Paso 3: Deshidratar las algas.
Lo mejor será deshidratar las algas con un deshidratador de alimentos, dado a que, a pesar de tomar mucho más tiempo, se secarán de un modo mucho más adecuado.
Acomoda las algas dentro de las bandejas del deshidratador, dejando algo de espacio entre ellas, ajusta la temperatura a unos 40°C o 50°C, y espera entre 6 u 8 horas para que se sequen.
Si vas a usar un horno convencional, entonces prepara una bandeja con papel pergamino o una lámina antiadherente o de rejilla, coloca las algas una al lado de la otra, pero ligeramente separadas.
Precalienta el horno a unos 100°C o 120°C, mete la bandeja con las algas y hornea durante 3 horas. Voltea las algas después de la primera hora y tienes que estar pendiente de que no se quemen.
Sabrás que las algas se deshidrataron correctamente cuando reduzcan su tamaño y se pongan algo quebradizas.
Paso 4: Poner las algas deshidratadas en recipientes herméticos.
No vayas a poner las algas deshidratadas dentro de los recipientes si todavía están calientes, mejor espera hasta que se enfríen. En caso de que quieras almacenar las algas deshidratadas a temperatura ambiente, te recomiendo usar recipientes de vidrio con tapa hermética.
No obstante, también puedes poner las algas deshidratadas en envases de plástico, y resistentes si las quieres congelar.
Paso 5: Anotar la fecha de preparación.
Pon cinta sobre el recipiente o la bolsa y encima escribe la fecha, o pégale una etiqueta con esa información.
Paso 6: Guardar las algas deshidratadas.
Tienes dos opciones disponibles, la primera es colocar las algas secas en un sitio oscuro, fresco y seco para que de esa manera se puedan preservar por un año a temperatura ambiente.
La otra alternativa sería congelar las algas deshidratadas de 2 a 5 años. No te aconsejo guardar las algas deshidratadas caseras en la nevera porque podrían absorber la humedad a su alrededor y durar menos tiempo.
Para rehidratar las algas solo debes remojarlas en agua durante varios minutos, o hasta que se vuelvan a ablandar. Las algas rehidratadas pueden almacenarse en la nevera durante 1 o 2 días, y no te aconsejo congelarlas.
Cómo conservar las algas secas de venta comercial
Las algas secas o deshidratadas es común encontrarlas en la mayoría de supermercados y tiendas de comida, pues de ese modo están disponibles durante mucho tiempo.
La forma de almacenarlo es sumamente sencilla, ya que basta con poner el empaque sellado de algas secas en un lugar lejos de la luz del sol, libre de humedad y fresco.
De esta forma, las algas secas de venta comercial podrán mantenerse en buen estado hasta lo que indique la fecha de caducidad, entre un aproximado de 3 a 5 años a temperatura ambiente.
Una vez que fueron destapadas, aquellas algas secas que no cuenten con recipientes o bolsas resellables, debes colocarlas en bolsas o envases herméticos, y el tiempo de duración en la mayoría de los casos no se vería reducido.
No obstante, algunos expertos recomiendan consumir las algas secas que hayan sido destapadas dentro del plazo de un año. Y si congelas las algas secas comerciales se podrán mantener por 2 o 5 años.
Si rehidratas las algas secas comerciales, podrás guardarlas en la nevera por 2 o 3 días, y algunas se podrían congelar por un período de 3 o 4 meses.
Esto sería posible, primero, por los conservantes y, segundo, por la manera cómo se deshidratan algunos tipos de algas, pero si el fabricante recomienda no congelarlo es mejor seguir esas indicaciones.
¿Cómo saber si las algas se echaron a perder?
Una de las primeras señales que te indican que las algas se pusieran malas es su olor, así que, si empiezan a oler muy mal, como podrido, bótalas a la basura.
Si las algas tienen un sabor malo o amargo, tampoco se encuentran en buen estado, y tendrás que tirarlas.
En caso de que las algas desarrollen moho, deberás deshacerte de ellas, y sabrás que tienen moho si le aparecen unas manchas o pelusas negras o blancas encima.
Tampoco es buena idea comer algas con una textura o consistencia rara, como muy aguadas y que además estén viscosas, ya que muy probablemente esté podridas.
¿Cuánto duran las algas?
Las algas frescas no duran demasiado, caso contrario que las algas secas. Abajo te pondré un resumen de su tiempo de conservación.
Producto
Duración
Algas frescas refrigeradas
3 – 4 días
Algas cocidas refrigeradas
4 – 5 días
Algas congeladas
6 – 12 meses
Algas descongeladas y refrigeradas
1 – 2 días
Algas deshidratadas a temperatura ambiente
1 año
Algas deshidratadas y congeladas
2 – 5 años
Algas rehidratadas y refrigeradas
1 – 2 días
Empaque sellado de algas secas a temperatura ambiente
Hasta la fecha de caducidad (3 – 5 años)
Empaque abierto de algas secas a temperatura ambiente
1 año
Empaque abierto de algas secas congelado
3 – 5 años
Algas secas de venta comercial rehidratadas y refrigeradas
2 – 3 días
Algas secas de venta comercial rehidratadas y congeladas
3 – 4 meses
¿Cuál es la mejor manera de conservar las algas?
Referente a las algas frescas, se podría decir que en la nevera se mantienen mejor, aunque no por demasiado tiempo, contrario a lo que sucede con las algas congeladas, que duran mucho pero su sabor y consistencia pueden verse afectados cuanto más tiempo pasen en el freezer.
Por lo tanto, considero que deshidratar las algas es la mejor manera de conservarlas, puesto que de ese modo duran mucho más tiempo y la mayoría de las algas recuperan parte de su consistencia al volver a hidratarlas.
Las algas secas de venta comercial suelen durar mucho más tiempo gracias a los conservantes, y si se mantienen selladas, podrían resistir años en tu despensa.
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